El euro ha encadenado varias jornadas claramente bajistas desde que el pasado jueves perdió el nivel de soporte de los mínimos anuales, ligeramente por encima de los 1,08 dólares. Su aspecto técnico no mejora después de haber alcanzado mínimos de dos años casi en 1,0750 dólares y, pese a que el cierre semanal se ubicó encima de la actual resistencia -antes soporte- en 1,0850 dólares, los expertos auguran más sufrimiento para la moneda europea hasta, al menos, 1,07 dólares.
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El BCE concretará el fin de las compras del APP en su próxima reunión de política monetariaEl consenso de analistas consultados por Bolsamanía es unánime a la hora de responsabilizar de esta debilidad a la divergencia de políticas monetarias entre el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de EEUU (Fed). "Seguimos viendo los riesgos sesgados a la baja para el euro/dólar dada la creciente probabilidad de divergencia de crecimiento entre Europa y EEUU y la continua incertidumbre geopolítica y electoral", señalan los expertos de Morgan Stanley.
"El BCE dejó pasar la oportunidad de convencer a los mercados de que se está tomando en serio la inflación en su reunión de abril (celebrada la semana pasada)", indican desde Ebury. Los comunicados fueron en gran medida una reiteración de los de la reunión anterior, a pesar de que desde entonces todos los indicadores inflacionistas han empeorado. Sin embargo, parece haber una importante disensión en el seno del consejo, ya que "fuentes del BCE" filtraron que una subida de tipos en julio sigue siendo una posibilidad.
En general, el mercado tomó nota de que la presidenta del banco central, Christine Lagarde no descartó un cambio en el tipo de depósito durante el verano, justo antes de que los responsables políticos se vayan de vacaciones. No obstante, casi ningún analista consultado da crédito a esta opción y ven mucho más probable que las alzas de tipos se inicien en septiembre.
"Seguimos pensando que descontar una subida del precio del dinero por parte del BCE en julio sigue siendo una opción demasiado agresiva, y es muy probable que un movimiento gradual por debajo de 10 puntos básicos se produzca con el tiempo", inciden desde Morgan Stanley.
Los mercados ahora prevén 63 puntos básicos de subidas de tipos antes de que termine el año, un modesto retroceso en comparación con los 70 puntos básicos previstos antes de la reunión del 14 de abril.
"Esperamos que el BCE detenga las compras netas de activos en julio y comience a subir los tipos de interés en septiembre", comentan desde ING. "El banco central no se adelantará en ningún momento a sus homólogos en cuanto a la normalización de su política. Será un viaje a paso de tortuga", agregan.
Los analistas también apuntan a la incertidumbre sobre las elecciones presidenciales francesas del 24 de abril y el conflicto entre Rusia y Ucrania como lastres para la moneda única. Además de a los índices PMI, esta semana llaman prestar atención a la segunda vuelta de las elecciones para decidir quién será el inquilino del Elíseo. "Esperamos que Macron gane las elecciones, tal y como predicen todas las encuestas, pero también pensamos que los mercados ya cuentan con este resultado y que tendrá poco impacto en el euro", comentan desde Ebury.
Esto, añadido a que la diferencia entre la Fed y el BCE va a continuar siendo amplia durante más tiempo, "dan argumentos en contra de una recuperación del euro, por lo que el euro/dólar podría probar 1,0700 en los próximos días", aseveran desde ING. Otros expertos avisan de caídas por debajo de este precio, ya que "parece que va a acercarse a los mínimos de marzo de 2020 en 1,0635 dólares", avisa Michael Hewson, jefe de análisis de CMC Markets. "Necesitamos ver una recuperación por encima de 1,0840 dólares para estabilizarnos y señalar un movimiento hacia la zona de 1,0930 dólares", concluye.