La lira turca ha agudizado sus caídas el jueves y ha marcado un nuevo mínimo de seis meses en las inmediaciones de las 6,00 unidades contra el dólar. La moneda, que lleva cerca de un mes sufriendo las consecuencias del revés al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en las elecciones municipales de marzo, ha visto acelerar su desplome por la espantada de los inversores tras la última decisión del Banco Central de Turquía de pausar las subidas de tipos. Las pérdidas son ya del 7% en el último mes frente a la moneda de EEUU.
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Este viernes, corrige marginalmente el desplome hasta las 5,98 liras de la jornada anterior, precios no vistos desde el 12 de octubre, pero los analistas prevén mayores caídas después de una decisión de política monetaria que ha cogido por sorpresa al mercado. En el comunicado que acompañó a su decisión del mes de abril, el instituto emisor abandonó su compromiso de elevar las tasas de interés si fuera necesario.
Este parón, después de siete meses de alzas en el precio del dinero está repeliendo a los inversores de una economía muy vapuleada, cuya caída en la moneda el año pasado provocó una fuerte sacudida en los mercados emergentes de todo el mundo. El anuncio se suma a una larga lista de preocupaciones, entre la inflación de dos dígitos, la política poco ortodoxa, la influencia del Ejecutivo turco sobre la independencia del banco central y los movimientos dramáticos pero inexplicables en las reservas de divisas de Turquía.
"Es un movimiento bastante ridículo por parte del Banco Central de la República de Turquía... ¿por qué demonios haría eso cuando todavía se producen fugas masivas de reservas de divisas y la lira no está anclada", se preguntan los expertos de Bluebay Asset Management. "El banco central ha cometido un error tras otro en los últimos dos años", agregan.
La declaración del Comité de Política Monetaria de Turquía el jueves dejó de lado su promesa anterior de que "de ser necesario, se entregará un mayor ajuste monetario". En cambio, dijo que sus decisiones "estarán decididas a mantener la inflación en línea con la trayectoria apuntada", una declaración ampliamente interpretada por los inversores como un largo descanso. La tasa de referencia del banco es actualmente del 24%.