Por si el ánimo de los inversores del mercado de las divisas no estuviera suficientemente tensado, con la aversión al riesgo dominando la operativa desde finales de 2018, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, dejó caer la 'bomba' del 'profit warning' de la compañía la pasada noche. La noticia, añadida a los temores sobre la ralentización del crecimiento global, que han crispado los nervios de los operadores, provocó una huída aún mayor a las divisas consideradas como activo refugio en un movimiento descrito, por los participantes del mercado, como un 'flash-crash' de la mayoría de monedas contra el yen.
La divisa nipona se disparó un 3% en un abrir y cerrar de ojos y acumula una ganancia del 4,5% en los dos días de operaciones de 2019, hasta los máximos de más de nueve meses tocados este jueves en los 104,740 yenes por dólar. Desde estos niveles se ha recuperado hasta los 107,73 yenes, aunque también ha avanzado notablemente contra la libra, el euro y otros rivales en un auge exacerbado por los escasos volúmenes de las vacaciones navideñas.
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Euro/dólar: ¿los 1,18 son posibles?El aumento en la aversión al riesgo provocó flujos masivos de órdenes 'stop-loss' de inversores que habían mantenido posiciones cortas en el yen durante meses. La falta de liquidez, con Japón todavía en vacaciones después del Año Nuevo, se ha sumado al fuerte rally de la moneda japonesa.
Y no sólo en el yen se han dado los 'bandazos', ya que los operadores desecharon otras monedas consideradas de riesgo. Así, el dólar australiano cayó a mínimos de 2009 contra el dólar y el cable (libra/dólar) tocó los 1,2441 dólares, su mínimo desde abril de 2017, todo en pocos minutos, desde donde se recuperó hasta los 1,2542 dólares. "Las recuperaciones parecen ir viniendo pero tampoco para alcanzar los niveles anteriores al golpe de anoche, al menos por ahora", indica Ramón Morell, de Experiencia Trading.
El dólar, por su parte, ha perdido un 0,25% en el índice que mide su desempeño contra otras monedas rivales. Son varias las voces piden cautela con el 'billete verde', ya que está destinado a debilitarse en 2019. Una combinación de factores influye en este punto de vista, siendo el cambio de postura de la Reserva Federal de EEUU (Fed) la más obvia. Ya ha rebajado sus expectativas de alza de tasas para el próximo año y se cree que volverá a hacerlo en los próximos meses, lo que podría afectar a la moneda", señala Craig Erlam, analista de Oanda.
En cuanto al euro, los decepcionantes datos del PMI manufacturero del miércoles dinamitaron su auge y la moneda única cotiza por debajo de los 1,14 dólares. Desde el punto de vista del análisis técnico, el cruce sigue moviéndose con un movimiento muy errático entre una sesión y otra pero dentro de un estrecho rango lateral que, en teoría, parece que puede terminar rompiendo al alza.
"Aunque la clave sigue estando en los 1,1500. Un cierre semanal por encima de los 1,1500 será la primera señal de fortaleza en mucho tiempo. Antesala de un movimiento hacia la zona de resistencia que presenta en los máximos de este verano, los 1,18153", señala José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamania.
