- ¿Llegará la libra a la paridad con el euro y el dólar? La pregunta de los analistas
- El diferencial de bonos entre Reino Unido y Estados Unidos a 2 años y el margen de rendimiento se encuentra en mínimos históricos
Los operadores del mercado de las divisas viven otra jornada más de infarto, con la libra sometida a una fuerte presión vendedora, que ha llevado a la moneda británica a perder ya los 1,2700 en precios intradía y a tocar mínimos de junio de 1985, a causa de los temores en torno a un Brexit duro. El dólar se está viendo impulsado por el avance de la economía de EEUU y la perspectiva de un buen resultado en el informe de empleo de septiembre y, por si esto fuera poco, especulaciones acerca de que el Banco Central Europeo (BCE) pueda retirar los estímulos antes de lo previsto han llevado a la operativa del euro a una montaña rusa.
La moneda única escaló posiciones contra el dólar y cerró la sesión con ganancias de un 0,2% (hasta los 1,1222 dólares), de la misma manera que lo hizo el rendimiento de la deuda de la zona euro, como consecuencia de un informe de Bloomberg que explicaba que el BCE está a punto de alcanzar un consenso para reducir el ritmo mensual de compra de bonos. Sin embargo, un portavoz del BCE tuiteó que el comité de política monetaria del banco central no ha discutido la decisión de la retirada de los estímulos.
“El mercado se ha dejado llevar por los titulares y ha dejado una respuesta excesiva”, asegura la fundadora de BK Asset Management, Kathy Lien. Desde un punto de vista técnico, expertos de Scotiabank indican que ”el euro ha probado dos nuevos mínimos en la semana en torno a 1,1150 dólares, y parece vulnerable después de la ruptura a través de la media móvil de 50 días (1,1202 dólares), y de 100 días (1,1182 dólares), con la posibilidad de una ruptura sostenida a través de la media móvil de 200 días (1,1163 dólares)".
La libra y el dólar han echado un pulso en el que la moneda británica ha sido la clara perdedora, ya que el renovado apetito por la divisa de EEUU es el responsable, en parte, de su derrumbe hasta mínimos de 31 años contra el billete verde. La fortaleza del dólar persistirá, pero expertos como Kathy Lien, fundadora de BK Asset Management, alertan de que “después de 6 días consecutivos de ganancias, los operadores deben tener cuidado con una corrección en el Dólar/Yen antes del informe del mercado laboral de EEUU”, sin embargo, Lien indica que “si las buenas condiciones del empleo en EEUU se confirman, el dólar podría cambiarse fácilmente más allá de los 103 yenes, y hay recorrido hasta los 105 yenes”.
El otro factor que explica la debilidad de la libra es de sobras conocido. El anuncio de la primera Ministra de Reino Unido de que ejecutará el artículo 50 del Tratado de Lisboa, el 17 de marzo, ha reinstalado el miedo a que los efectos de la salida del país de la Unión Europea (UE) sean devastadores sobre a economía británica. Theresa May subrayó que el país abandonará la UE conforme a los procedimientos legales y descartó así la posibilidad de una retirada desordenada del bloque europeo, sin embargo la postura sobre libertad de movimientos defendida por Londres hace presagiar un difícil acuerdo con los socios europeos sobre el acceso del Reino Unido al mercado único.
El sentimiento del mercado es claramente bajista hacia la divisa británica y se espera que se cambie a 1,2500 dólares en el corto plazo
Así, la libra ha llegado a cambiarse en niveles por debajo de los mínimos marcados tras el referéndum sobre el Brexit y opera muy cerca de los 1,2700 dólares, precios no vistos desde 1985. En su cruce contra el euro, ha alcanzado mínimos de cinco años, hasta niveles por debajo de las 0,8800 libras. El sentimiento del mercado es claramente bajista hacia la divisa británica y se espera que se cambie a 1,2500 dólares en el corto plazo.
Expertos de Scotiabank explican su pronóstico de un mayor declive en el cruce Libra/Dólar porque “el diferencial de bonos entre Reino Unido y EEUU a 2 años y el margen de rendimiento se encuentra en mínimos históricos, empujando más allá de -70 puntos básicos, y las mediciones de la volatilidad implícita de la libra se están elevando gradualmente, generando un aumento de la prima para la protección contra la moneda inglesa”. Más allá de este nivel, aguarda el precio psicológico de los 1,2000 dólares, indica César Nuez, analista técnico de Bolsamanía.
¿PARIDAD?
Las voces más catastrofistas están ya hablando de la paridad de la libra esterlina contra el billete verde y la moneda única, pero hay escasas posibilidades de que veamos este hecho histórico en el corto plazo. En los últimos 45 años, la libra jamás ha operado en el cambio de uno a uno contra el euro o el dólar. El precio más bajo al que se ha llegado a cambiar la libra se alcanzó en 1985: 1,0520 dólares, mientras que la moneda compartida escaló hasta los 0,9850 en diciembre de 2007, con lo que para tocar la paridad, la Libra/Dólar debería caer otro 20% y el Euro/Libra escalar un 14%. Y aunque desde la celebración del referéndum la cotización de la libra se ha hundido un 16% frente al dólar, la paridad es algo “poco plausible por ahora y que necesitaría una razón de peso como, por ejemplo, que la economía de Reino Unido se viera diezmada por el Brexit”, explica Kathy Lien.
Las voces más catastrofistas están ya hablando de la paridad de la libra esterlina contra el billete verde y la moneda única
“Pero es importante señalar que Reino Unido está en crecimiento por ahora y la prioridad número uno del Ejecutivo de Theresa May será proteger la expansión económica en los próximos meses”, asegura la experta de BK Asset Management. Además, el declive de la libra es “extremadamente positivo: espoleará el turismo, el comercio y seguirá apoyando la bolsa”, asegura Lien. La repercusión más inmediata se ha notado en el FTSE 100 de Londres, que ha marcado un nuevo máximo histórico intradía en 7.121 puntos, aunque en precios de cierre ha dejado una subida del 1,3%, en 7.074,34 puntos, ligeramente por debajo de su anterior máximo histórico al cierre (7.104).
En cualquier caso, Londres sigue siendo un punto caliente para las inversiones extranjeras y existe la certeza de que el Gobierno de May se esforzará por incentivar a las empresas a que mantengan sus operaciones en Reino Unido con medidas, por ejemplo, como mantener un impuesto de sociedades bajo, casi un 40% menos que Alemania.
Así que mientras caídas hasta los 1,2500 dólares -incluso hasta los mínimos de 1985- y hasta los 0,90 euros son factibles, la paridad es un poco ambiciosa por ahora.