La lira turca se ubica bajo el foco este jueves, cuando ha llegado a dejarse más de un 2,5% después de que el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, haya instado al Banco Central del país a que recorte los tipos de interés a escasas horas de la reunión de política central de la entidad que tiene lugar en Ankara.
La moneda ha tocado las 6,55 liras por dólar, pero ha experimentado una brutal remontada de más de un 5% después de que se haya conocido que el Banco Central de Turquía ha decidido elevar los tipos hasta el 24%. En estos momentos, la divisa turca se intercambia a 6,13 liras por cada dólar.
Tras el anuncio se ha apreciado hasta el cambio de 6,00 liras por dólar, su mejor cotización desde el 27 de agosto y ha avanzado contra el dólar más de un 5%, revertiendo completamente el desplome de un 2,5% que había acumulado tras las declaraciones de Erdogan. Después de tocar su mejor cambio en dos semanas y media, la lira ha retrocedido marginalmente, aunque todavía avanza más de un 3% en la jornada.
La exhibición de fuerza del banco central dirigido por Murat Çetinkaya, ha animado a los inversores, a pesar de que la independencia del organismo ha sido fuertemente cuestionada bajo el mandato del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien ha cargado duramente contra los tipos de interés altos. Y este mes de septiembre ha pasado su enésima prueba de fuego ante las presiones presidenciales. En junio, el CBRT ya aumentó los intereses un 1,25%, hasta el 17,75%, para frenar el desplome de la lira. Un movimiento que se produjo tras haber elevado los tipos en un 3% en el mes de mayo en una reunión de urgencia, hasta el 16,5% desde el 13,5% anterior.
En un raro y escueto comunicado publicado el pasado 3 de septiembre para calmar a los mercados, el banco central ya anticipó una subida de los intereses para “apoyar la estabilidad de los precios” debido a que “los acontecimientos recientes sobre la previsión de inflación indican riesgos significativos para la estabilidad de precios”. El organismo señaló que “tomará las medidas necesarias” y “ajustará su política monetaria”, utilizando “todos los instrumentos disponibles para conseguir el objetivo de estabilidad de precios”. La moneda tocó las 7,24 unidades por dólar el 13 de agosto y aunque ha recortado su aguda depreciación de este año desde entonces, la volatilidad se ha servido en porciones XXL en la divisa otomana.
EL MERCADO SIGUE TEMIENDO EL CONTAGIO
Inversores y analistas siguen con mucha atención los desarrollos en la moneda y en el banco central del país, ya que su debilidad ha provocado una amplificación de la crisis de los mercados emergentes de este 2018, con desplomes en monedas como el peso argentino o el real brasileño. Los incrementos de tipos de la Reserva Federal de EEUU (Fed) y la constante apreciación del dólar han pasado factura en las monedas de las potencias en desarrollo, "pero lo ocurrido en Turquía ha rebasado las expectativas", indica Patrick Hoffmann, gestor de carteras en Stone Milliner Asset Management.
El analista ha advertido, en el contexto de la conferencia Trade Tech FX, celebrada en Barcelona el 11 y 12 de septiembre, que el riesgo principal de una crisis turca a gran escala es que se contagie al euro, "ya que lo bancos del bloque comunitario tienen enlaces directos en los bancos del país euroasiático". Según ha alertadio este experto, si la situación no se revierte con medidas osadas por parte del banco central turco "se puede acabar viendo un impacto real en la economía de la Eurozona".