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La decisión de tipos de la Reserva Federal de EEUU (Fed), que cumplió con lo previsto e incrementó el precio del dinero en otro 0,75%, unido a los tambores de guerra que suenan cada vez más fuerte desde Moscú, dejan una profunda huella en las monedas europeas. Tanto la libra como el euro sufrieron nuevas pérdidas el miércoles y han seguido depreciándose frente al dólar este jueves, con la moneda británica apuntando al nivel de 1,12 dólares y el euro, decidido a seguir deslizándose hasta los 0,96 dólares. Tras las caídas iniciales, han remontado parte del declive.
El anuncio de la Fed de que ha elevado la tasa de referencia hasta el 3%-3,25%, máximos desde 2008, aceleró las caídas que se habían dejado notar en ambas monedas tras el discurso del presidente ruso, Vladimir Putin. Los mercados encajaron la noticia como una declaración de guerra a los gobiernos europeos -Putin avisó de que no va de farol cuando dice a Occidente que está dispuesto a usar armamento nuclear- y los activos de riesgo se comportaron en consecuencia.
La rueda de prensa del presidente de la Fed, Jerome Powell, y el adelanto de más subidas adicionales de entre 100 y 125 puntos básicos en las dos reuniones que faltan hasta final de año (noviembre y diciembre), enviaron al euro/dólar a mínimos de varias décadas casi en 0,98 dólares y al cable (libra/dólar) a 1,1234. Ambos cruces han ampliado marginalmente su desplome el jueves, con la libra tocando los 1,1220 dólares. Según el análisis técnico, Michael Hewson, analista de CMC Markets, no ve freno para la divisa británica hasta los 1,11 dólares.
Los expertos de Berenberg indican que, pese a lo anterior, "no hay pánico para la libra" ya que los inversores están reaccionando a dos grandes incertidumbres que se ciernen sobre la economía del Reino Unido: en primer lugar, la magnitud de la recesión que se está desarrollando; y en segundo lugar, lo que supondrá el 'Trussonomics'.
"Los mercados temen que la nueva Primera Ministra, Liz Truss, pueda agravar el problema de la inflación en el Reino Unido con un estímulo fiscal mal programado. En conjunto, estos factores han debilitado la libra esterlina y han hecho subir los rendimientos de los bonos de referencia", aclaran. Asimismo, también subrayan que gran parte de la responsabilidad en la debilidad del tipo de cambio de la moneda de Reino Unido está del lado del 'billete verde'. "Los titulares se centran en el importante debilitamiento de la libra esterlina frente al dólar y lo pintan como una historia de problemas en el Reino Unido. Esto sólo es correcto a medias".
"En prácticamente todas las divisas, el dólar se ha fortalecido este año como parte de un movimiento global de reducción del riesgo tras la invasión rusa de Ucrania", argumentan. Mientras que la libra esterlina se ha debilitado un 15,4% frente al dólar desde su máximo de mediados de enero y se encuentra ahora un 5% por debajo de su mínimo en el referéndum del Brexit, en una base ponderada por el comercio la libra esterlina ha bajado un 7,3% desde enero, o un 4,7% excluyendo el movimiento del dólar.
"La libra esterlina se mantiene un 1,5% por encima de su mínimo tras el referéndum de separación de la Unión Europea (UE) en términos ponderados por el comercio y se mantiene prácticamente plana frente al euro durante ese periodo", detallan estos analistas.