La libra sigue bailando al compás de la melodía que llega de las negociaciones sobre el Brexit, a poco más de un mes para que venza la prórroga dada hasta el 31 de octubre. Esta mañana le ha tocado subir. La moneda británica se ha elevado por encima de máximos de casi tres meses, mientras los inversores celebraban que Londres y Bruselas acercaban posturas sobre el principal escollo de las negociaciones: el ‘backstop’ con Irlanda del Norte.
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Johnson y Juncker acercan posturas sobre el Brexit: la UE reconsidera el 'backstop'Sin embargo, la divisa británica ha cambiado de tendencia tras las palabras del primer ministro de Irlanda, Simon Coveney, que ha negado que estén cerca de alcanzar un acuerdo. en estos momentos, la libra de deprecia un 0,35% y se cambia por 1,248 dólares.
La moneda se aprecia un 0,5% este viernes, hasta los 1,2580 dólares, precios de inicios de julio, aupada por el entendimiento entre el primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente de la Comisión Europea, .
El optimismo de la mañana llegaba después de que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, confirmase este jueves que creía posible un acuerdo con Reino Unido de cara al Brexit, antes de agregar que el 'backstop' podría ser sustituido por otras alternativas si hay garantías de que "se cumplen los objetivos".
"Creo que podemos tener un acuerdo", ha dicho, en una entrevista concedida a la cadena de televisión británica Sky News, si bien no ha querido pronunciarse sobre si estas posibilidades superan en estos momentos el 50 por ciento.
Aún hay una gran incertidumbre, "pero la retórica positiva ha impulsado a la libra esterlina que logró quebrar el nivel decisivo de los 1,2550 dólares y el euro contra la libra se ubica justo por debajo de 0,88 libras", indicaban los expertos de Sucden Financial.
Los analistas recelaban de los avances y destacaban que "llegados a este punto" es "muy poco probable de que se pueda reformular el Tratado de Retirada sin una prórroga". "Los líderes europeos son conscientes de que el tiempo es escaso y, por este motivo, se esfuerzan en parecer más abiertos a la reformulación del acuerdo", escribía Craig Erlam, analista de Oanda. "No quieren que, de llegar al 31 de octubre sin acuerdo, se les culpe e intentan que todo recaiga en Johnson", agregaba el experto.