Sangría en la libra este 23 de septiembre, cuando la moneda británica ha cerrado con pérdidas de más del 3,5% en la sesión, lastrada por la encuesta del PMI de septiembre y por el nuevo "presupuesto de emergencia" para afrontar el incremento en el coste de la vida. Los nuevos mínimos desde 1985 para la divisa británica se ubican en 1,0840 dólares.
El mercado no ha recibido bien el plan presentado por el ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, este viernes, el llamado "minipresupuesto" ('mini-budget'), que pretende aliviar a los consumidores asfixiados por la alta inflación. Se incluyen medidas como un paquete de apoyo a las facturas de energía durante los próximos seis meses, la eliminación de la subida del impuesto de sociedades o la supresión de la tasa adicional de impuesto a la renta.
"Los inversores están perdiendo la confianza en la capacidad del Reino Unido para controlar sus finanzas, ya que el Gobierno sigue echando el balón hacia adelante", señala Naeem Aslam, analista de Avatrade. "El Gobierno del Reino Unido está evitando reducir los pasivos del país, pero en las circunstancias actuales, tiene muy pocas opciones de hacer otra cosa", critica el experto.
"Las medidas están diseñadas sin reparos para impulsar la demanda", señalan los expertos de Rabobank por su parte. "La implicación obvia es que los tipos de interés del Banco de Inglaterra probablemente sean más altos durante más tiempo de lo que habrían sido en caso contrario", añaden, para concluir que "aunque la norma sugiere que unos tipos de interés a corto plazo más altos deberían favorecer a la divisa, la libra esterlina lleva demostrando desde la primavera que no siempre es así.
"La libra esterlina está en la línea de fuego, ya que los operadores están dando la espalda a todo lo británico", agrega por su parte David Madden, analista de Equiti Capital. "Existe la sensación de que el endeudamiento adicional del gobierno que se está preparando pesará mucho en la economía del Reino Unido". "los operadores de divisas están empezando a cuestionar la capacidad del país para hacer frente a los pagos de su deuda, y eso se está reflejando en el aumento de los rendimientos de los bonos del Estado: el mayor coste de los préstamos indica la percepción de un mayor riesgo asociado al préstamo de dinero al gobierno británico", apunta.
ECONOMÍA ESTANCADA Y MORDIDA AL PIB, SEGÚN LOS PMI
El anuncio ha coincidido con la publicación de la encuesta preliminar de los PMI de septiembre de Reino Unido, que sugieren que la economía está estancada y que no se puede descartar otra pequeña caída del PIB en el tercer trimestre. El PMI compuesto cayó a su nivel más bajo desde enero de 2021, cuando el Reino Unido aún estaba en pleno cierre, y apunta a que el PIB caerá marginalmente en el 3er trimestre.
Así, el PMI compuesto de S&P Global/CIPS cayó a 48,4 en septiembre, desde los 49,6 de agosto, por debajo del consenso, 49,0. El PMI de servicios cayó a 49,2, desde 50,9, de nuevo por debajo del consenso, 50,0. El PMI manufacturero subió a 48,5, desde 47,3, por encima del consenso, 47,5.
Por otra parte, el índice compuesto de confianza de los consumidores de GfK cayó a -49 en septiembre, desde -44 en agosto, muy por debajo del consenso, -42.
La encuesta del PMI también muestra que "las empresas siguieron reduciendo sus carteras de trabajo a un ritmo más rápido de lo habitual -a pesar de la jornada laboral perdida por el funeral de la Reina-, lo que indica que la producción podría caer en línea con el menor nivel implícito en los pedidos durante los próximos meses", explican desde Pantheon Macroeconomics. Además, las empresas mostraron la menor confianza en las perspectivas a 12 meses desde mayo de 2020, cuando la economía del Reino Unido se encontraba en el primer bloqueo por el virus.
No obstante, las empresas siguen aumentando sus plantillas, ya que el índice de empleo se mantuvo estable en 54,4 en septiembre. Además, el PMI flash no habrá registrado el probable impulso a la confianza empresarial de la congelación de los precios de la energía por parte del gobierno durante seis meses, cuyos detalles no se dieron a conocer hasta el miércoles.
A lo anterior añaden desde Pantheon Macroeconomics que la combinación de la garantía de los precios de la energía durante dos años para los hogares, los nuevos pagos de subvenciones en el cuarto trimestre y la anulación del aumento de 1,25 puntos porcentuales de las cotizaciones de los trabajadores en noviembre deberían permitir que la renta real disponible de los hogares aumente en el cuarto trimestre, lo que reforzaría la economía. En consecuencia, pensamos que el PIB no caerá en el cuarto trimestre ni en el primer trimestre de 2023; parece improbable una recesión profunda y prolongada.