La economía británica y las decisiones del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) pesarán más en el destino de la libra este 2020 que el Brexit. Esta aseveración que defienden algunas casas de análisis, se ha visto ratificada este lunes, cuando la moneda británica ha cedido los 1,30 dólares después de que un miembro del banco central haya dejado entrever que la política monetaria se encaminará hacia una mayor flexibilización.
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En estos términos se ha expresado el miembro del Comité de Política Monetaria (MPC) de la entidad, Gertjan Vlieghe, quien insinuó que podría votar para recortar las tasas de interés si los próximos datos no sugieren un repunte para la economía del Reino Unido. A consecuencia, al inicio de las operaciones de este lunes, la libra se dejaba alrededor de un 0,7% frente al dólar y el euro. Se cambia de manos en 1,2980 dólares.
En declaraciones al Financial Times, Vlieghe ha anticipado que las próximas reuniones del banco central serán "muy vívidas", haciéndose eco de los recientes comentarios moderados del gobernador de BOE, Mark Carney.
Los datos macro publicados este lunes han reforzado aún más las preocupaciones del banco, con la economía de Gran Bretaña creciendo a su ritmo anual más débil en más de siete años. El PIB de noviembre subió solo un 0,6% en comparación con el mismo mes de 2018, mientras que la producción manufacturera y la producción industrial cayeron en términos analizados.
El Banco de Inglaterra no ha efectuado un recorte de tipos desde 2016, ya que ha sido uno de los pocos bancos centrales que ha mantenido las tasas estables en 2019.