- Expertos de Barclays esperan una mayor presión sobre el yuan y una depreciación futura
- Países como Tailandia, Korea, Taiwan o Malasia sentirán las repercusiones de la devaluación del yuan
La reciente triple devaluación del yuan, que ha provocado un serio terremoto en los mercados financieros globales, ha dado el pistoletazo de salida para que otros países emergentes sigan la misma senda. Los expertos alzan la voz alertando de que una divisa china débil, combinada con una ralentización del crecimiento en la economía del país provocarán un gran impacto en el resto de monedas asiáticas, así como en divisas como el dólar australiano -fuertemente relacionado con el renminbi.
De hecho, ya se ha visto como las autoridades monetarias de países como Vietnam han tenido que seguir los pasos del Banco Popular de China, depreciando también el dong. Recientemente, fue Kazajstan quien dio el paso, presionado por las acciones de sus principales socios comerciales -voluntarias o involuntarias como es el caso de la dramática pérdida de valor del rublo- y el tengue experimentó caídas de hasta un 26,2%, en respuesta a esta política.
El experto de divisas de Barclays, Mitul Kotecha, advierte que en los próximos meses podemos ver movimientos similares por parte de los bancos centrales de países que tienen una gran “interdependencia económica con China”. Es el caso de pases como Tailandia, Korea, Taiwan o Malasia, que bien tienen un “alto grado de competencia exportadora con el gigante asiático o son exportadores de materias primas”. “Sólo la India, con un grado menor de exposición a China escapará relativamente sin repercusiones”, explica Kotecha.
Barclays alerta: en los próximos meses podemos ver movimientos similares al de China en Tailandia, Korea, Taiwan o Malasia
Ante este panorama no es de extrañar que en los mercados se hable de nuevo de guerra de divisas, pero la pregunta que nos hacemos es si esta pugna entre economías para ser más competitivos a base de depreciar la divisa del país a través de los bancos centrales alguna vez se ha acabado. La respuesta está clara: desde el inicio de la crisis financiera global siempre hemos vivido en medio de una guerra de divisas, pero ahora el escenario ha cambiado.
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CHINA MUEVE FICHA EN RESPUESTA AL JAQUE DE LA FED
La lucha mundial entre los bancos centrales siempre ha estado presente y, de hecho, este recrudecimiento que ha variado el escenario de los países del G7 por el de las potencias emergentes asiáticas no es más que una ramificación de la pugna latente entre el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de EEUU (Fed).
De hecho, tal y como explica el experto de ETX Capital España a Bolsamanía, Ramón Morell, “ha habido una guerra de divisas constante, en la que cada uno buscaba que su moneda mantuviera un equilibrio respecto de sus pares que favoreciera las exportaciones sin hacer demasiado gravoso el pago de los intereses de la deuda emitida en otras monedas”. “Ese equilibrio ha permitido que el dólar fluctuase contra sus pares con una buena holgura en los últimos años por ejemplo, empujado por los fundamentales de los respectivos países”, explica.
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La devaluación del yuan ha puesto nuevas cartas sobre la mesa, pero para este experto la acción del banco central chino tiene claros paralelismos con la adoptada por el el banco central suizo, cuando levantó su nivel de tolerancia del franco contra el euro en 1,20 y permitió una flotabilidad relativa, “como respuesta obligada al plan de liquidez de la zona euro para 2015 y 2016”.
La devaluación del yuan es una anticipo a la subida de tipos de la Fed: un movimiento similar al de Suiza en enero ante el inicio de la política expansiva del BCE
Para el fundador de Trader College, Adrián Aquaro, China, con esta devaluación, ha actuado como Suiza lo hizo en su día ya que “está interpretando las palabras de la Fed de su última reunión de política monetaria de julio pasado”. “La Fed anticipó un alza de tipos de interés para septiembre, algo que extrañamente muchos tratar de interpretar al revés, luego de conocidas las minutas de dicho encuentro”.
En cuanto a la llamada guerra de divisas, para Aquaro se trata “sólo de un reacomodamiento de las economías emergentes al nuevo status quo y a lo que se viene en pocos meses”. Terminada la época del dólar barato y materias primas caras, los países vecinos a China, no tienen más alternativa que seguir los pasos de su gigante vecino. Si no lo hacen, sus economías no podrían sobrevivir. La excepción que confirma la regla es Japón, cuyo potencial económico es tan importante que su moneda, el yen, no ha sufrido las consecuencias de la devaluación del yuan”, aclara el experto.
¿Y LA FED? ¿Y EL DÓLAR?
Entonces, la pregunta del millón de dólares sigue siendo la misma: ¿subirá o no tipos la Fed en septiembre? Para Aquaro, la respuesta está clara: “Es obvio que el FOMC no puede dar una fecha exacta, ni decir expresamente que las condiciones están listas para elevar los tipos de interés, dado que así fuera, no se justificaría una demora de casi dos meses”.
“La Fed, con buen criterio, dijo que las condiciones para una normalización de los mercados financieros se están acercando, unas palabras muy claras que dejan totalmente abiertas las puertas para cambios de tasa de interés en septiembre”, aclara el experto.
La Fed dijo que las condiciones para una normalización de los mercados financieros se están acercando, unas palabras que dejan totalmente abiertas las puertas para cambios de tasa de interés en septiembre
Lo que no se puede pensar, según el fundador de Trader College, “es que un pequeño retoque en la tasa sea el detonante para un ataque decisivo del dólar”. “Es claro que la moneda norteamericana se va a fortalecer, aunque no producto de un solo aumento de tipos sino, como lo expresó la presidente (Janet) Yellen a principio de año, por la expectativa de futuros aumento de los mismos en forma periódica”, puntualiza el experto. Así, cree el analista del mercado de las divisas que lo importante no será solamente ver si hay aumento de tasa en septiembre; mucho más lo será leer el comunicado posterior, para ver cuales serán las futuras acciones.
En cuanto al futuro de la divisa de EEUU expertos consultados creen que suena bastante lógico el retroceso del dólar de aquí a mediados de septiembre. Aquaro, más en concreto indica que “si siguiera creciendo, no tendría más lugar para hacerlo ante un movimiento de tasa de interés. La excepción es el petróleo, que probablemente, a contramano de lo que pueda pasar con las divisas, rebotará en la zona de 35 dólares”.
PARA CHINA ESTO ES SÓLO EL PRINCIPIO
En el otro lado de esta historia, el gigante asiático podría seguir adoptando medidas para hacer más competitiva su economía y así alcanzar su objetivo de crecimiento del 7% para este año. "No es más que el principio para el gigante asiático", asegura Ramón Morell. "Las autoridades chinas juegan con la baza de unas robustas reservas de dólares y euros y yenes que les permiten seguir comprando en el exterior las materias primas que necesita, como el petróleo y minerales básicos o preciosos, sin dolor porque no tiene que conectar yuanes débiles en divisa fuerte para ello", explica el experto.
Por otra parte, los contrincantes en el escenario mercantil internacional tienen otro armamento adicional, como"el manejo de los tipos de interés, el control de los precios del petróleo o las políticas de cuotas de productos de importación, que pueden hacer frente a esa maniobra del banco central chino y a posibles futuras intervenciones", indica el experto.
Mitul Kotecha, desde Barclays, espera una mayor depreciación del yuan, a pesar de que el Banco Popular de China ya no tenga la necesidad de devaluar más su divisa para mostrar una mayor determinación en el mercado.
"Esperamos ver un aumento de la transparencia en esta determinación y una mayor conexión entre la corrección de los precios de mercado para facilitar una mayor cobertura en divisas y movilidad del capital. Dada la desaceleración del crecimiento relativo en China y las carteras nacionales sesgadas hacia activos domésticos, esperamos un flujo más libre del capital que propicie las salidas de divisas, añadiendo presión a la baja sobre la divisa china", explica Kotecha. "Por otra parte, las correcciones iniciales del Banco Popular de China de un 3% del cruce Dólar/Yuan revelan una preferencia por un Renminbi más débil, en lugar de más fuerte", concluye el analista de Barclays.
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