La aguda depreciación del dólar de finales de 2020 se ha tomado un descanso, pero no es más que eso, una pausa en la senda bajista que el ‘billete verde’ reanudará irremediablemente este año, según las predicciones de numerosas casas de análisis. Lombard Odier se suma al consenso de mercado y ubica el precio del euro en 1,27 dólares antes de lo que prevén otras firmas, en el segundo trimestre de este año. Pero identifica tres factores que ponen en riesgo estas predicciones y que tienen como protagonistas a la Reserva Federa (Fed), las vacunas contra el Covid-19 y una retirada prematura de los apoyos fiscales por parte de los Gobiernos.
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Caos AstraZeneca-UE: cruce de declaraciones sobre la reunión para la vacunaEl peligro de que se desate otro ‘taper tantrum’ como el de 2013 si la Fed endurece lo más mínimo sus políticas económicas frenaría en seco el rally del resto de monedas del G10 contra la divisa de EEUU, especialmente del euro. En la reunión de la Fed de enero, Powell reiteró que la política monetaria actual es apropiada y continuará así durante un tiempo, alejando por el momento la sombra de que los mercados se entreguen a esta ‘pataleta’ por una reducción temprana del apoyo.
En este sentido, los analistas de Bank of America prevén que Powell seguirá señalando en futuros cónclaves que "todavía queda un largo camino para comenzar a retirar los estímulos" y que "habrá un amplio aviso antes de ello”. Su estimación es que la disminución de estímulos, conocida como 'tapering', no empiece como pronto "hasta el primer semestre de 2022", aunque ven "riesgos de un inicio más temprano si se promulga un estímulo fiscal adicional a principios de este año que impulse un mayor crecimiento".
Precisamente los apoyos fiscales de los gobiernos, tanto de EEUU como de la Eurozona, es otro de los aspectos con el potencial de torpedear las predicciones de Lombard Odier. La previsión de los mercados es que las ayudas de los gobiernos sigan llegando todo este año con el objetivo de reflotar las economías, mantener el apoyo a los hogares para que fluya el gasto y levantar sectores tan castigados por los cierres para contener el virus como el de los servicios. Sin embargo, los retrasos o la implementación de estímulos menores de los prometidos también suponen una amenaza.
Por último, los retrasos en la distribución de las vacunas proyectan una alargada sombra sobre la recuperación económica de la eurozona. La campaña de vacunación en la Unión Europea (UE) está lejos de alcanzar el ritmo previsto para llegar a julio con el 70% de la población vacunada y el conflicto con AstraZeneca más el ajuste de producción de Pfizer no hacen si no restar en un panorama de nerviosismo por el avance de la tercera ola. Al ritmo actual de 250.000 vacunas al día, la inmunidad de rebaño en los cuatro países de la zona euro no se alcanzará hasta finales de 2021, como muy pronto”, pronostican los expertos de Pantheon Macroeconomics.
“La economía se enfrenta ahora a una recuperación en forma de L, ya que los sectores de servicios más sensibles a los virus -que representan entre el 10 y el 15% de la economía, no consiguen despegar, a la luz de los PMI de la semana pasada", exponen desde Pantheon Macroeconomics. Las cifras del sector de la hostelería de la hostelería cuentan su propia historia. A partir de septiembre la producción del transporte aéreo -que incluye el tráfico de pasajeros- seguía siendo inferior en un 67% a los niveles anteriores al virus. En cuanto al déficit correspondiente en alojamiento y restaurantes y cafés era del 42% y el 21%, respectivamente.
“Una rápida normalización de estos datos proporcionará un gran impulso a corto plazo para el PIB una vez que la economía se reabra por completo, pero eso no ocurrirá pronto”, lamentan estos economistas. “Incluso si asumimos un confinamiento duro durante el primer trimestre, no es seguro que las cifras sean lo suficientemente bajas como para permitir una reapertura en el segundo trimestre”, prosiguen. “Todavía esperamos que una reapertura sea posible de abril a junio, pero la idea de que la economía estará en vías de recuperación a partir de abril, que hasta hace poco era la opinión de consenso, ha desaparecido”, rematan los economistas.
Con todo, el fuerte repunte en el comercio global presenta trazas de incrementarse aún más en los próximos trimestres, lo que “elevaría aún más las monedas expuestas a las exportaciones e importanciones", indican desde Lombard Odier. En este contexto, los analistas prevén que el dólar “aún se hunda más en su depreciación, mientras se disparan ralis en las divisas del G10 y los mercados emergentes". En concreto, pronostican que este será “el año del yuan”, que marcará un máximo cerca de 6 yuanes por dólar en el tercer semestre.