• La volatilidad en el tipo de cambio, lo que más preocupa a las empresas
  • China debe conseguir estabilizar su moneda para que las empresas incrementen su uso
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El yuan o renminbi esta viviendo un otoño dorado en su reconocimiento internacional. En septiembre se convertía en la quinta moneda más utilizada en el mundo, con una cuota de un 1,9% de pagos globales, y en la segunda moneda más utilizada en operaciones financieras, sólo por detrás del dólar. A inicios de este mes de octubre protagonizaba su puesta de largo en el Fondo Monetario Interncional (FMI), al entrar en la cesta de divisas reserva de la entidad. Ahora, un informe de HSBC revela que casi una cuarta parte de la compañías mundiales usa el yuan para sus negocios con China.

Todos estos hechos exponen que el renminbi se ha ganado a pulso una posición destacada en el panteón de divisas mundiales. En pagos internacionales sólo la aventajan el dólar, el euro, la libra y el yen, según datos de la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT). Y se trata de tú a tú con estas cuatro divisas en el seno del FMI, que le ha hecho un hueco de honor, en igualdad de condiciones, junto a las “majors” (como se conoce a las divisas más operadas del mundo), con las que se calculan sus Derechos Especiales de Giro (SDR, por sus siglas en inglés).

Las empresas están introduciendo el yuan en sus operaciones de tesorería e integrándola en diversas aplicaciones de negocios

No es de extrañar que el informe anual de HSBC sobre la utilización del renminbi en el entorno corporativo revele que el uso de la moneda en el sector de los negocios globales haya escalado siete puntos porcentuales en comparación con 2015. La encuesta del banco de inversión británico se ha llevado a cabo del 23 de mayo al 5 de julio de 2016, entre 1.600 responsables de toma de decisiones en compañías de 14 países. Un 24% de los participantes en el sondeo dijo emplear el yuan en su comercio transfronterizo y este aumento se debe, según expone el informe, a que las normas y reglamentos que envuelven a esta moneda “son mucho más claros que antes”.

El vicepresidente de HSBC, Peter Wong, señala también las “importantísimas reformas económicas que las autoridades del país asiático han llevado a cabo en los últimos cuatro años”, como una de las razones principales del ascenso del uso del yuan en todos los frentes. Expone también Wong cómo ha madurado la divisa desde 2012, año en el que la entidad británica publicó su primer informe sobre el renminbi. Por todos estos motivos, “hoy más que nunca las empresas están introduciendo la divisa china en sus operaciones de tesorería e integrándola en diversas aplicaciones de negocios año tras año”.

AUMENTO DEL USO POR ZONAS

Así, el informe expone que el 35% de las firmas de Asia-Pacífico está usando activamente el renminbi este año, comparado con el 26% de 2015. Destaca especialmente Taiwan, con una tasa de adopción que ha escalado hasta un 65%, comparado con el 38% del ejercicio anterior. Le siguen Hong Kong, con un 48%, y China en su totalidad, con un 45%.

El estudio muestra que las firmas europeas esperan un aumento alrededor del 61% de las operaciones en yuanes de carácter transfronterizo en el ejercicio en curso. Siguen las compañías norteamericanas, con un 48%, entre las que destacan las empresas canadienses que han incrementado en un 133% el uso del renminbi, entre 2015 y 2016, “el mayor aumento mundial fuera de la zona de Asia-pacífico”, señala el informe.

Las empresas canadienses han incrementado en un 133% el uso del renminbi, entre 2015 y 2016

El estudio también pone de relieve un crecimiento en el apetito por las operaciones en yuanes en varias naciones. Concretamente: Australia, Canadá, China continental, Francia, Alemania, Hong Kong, Malasia, México, Singapur, Corea del Sur, Taiwán, EAU, Reino Unido y EE.UU. “Además, el mundo de los negocios está experimentando un aumento en las peticiones de acuerdos comerciales en esta moneda desde sus socios internacionales, añadiendo un factor urgencia a la adopción de la divisa”, indica Peter Wong. El vicepresidente de HSBC también subraya que la incorporación del renminbi en las operaciones empresariales ofrece un amplio abanico de posibilidades a las compañías desde el punto de vista de la inversión en infraestructuras como la del llamado Belt and Road.

Este plan propuesto por el presidente chino, Xi Jinping, en 2013 tiene como objetivo desarrollar dos corredores que conecten China con el mundo. ‘Belt’ se refiere a las rutas terrestres comerciales de la histórica Ruta de la Seda que conectan China a través de Asia central con Europa y Oriente Medio. ‘Road’ se refiere a las rutas marítimas equivalentes al sur, que unen China, el sudeste de Asia, India y África.

Las empresas chinas invirtieron 14.800 millones de dólares en 49 países a lo largo de la Nueva Ruta de la Seda el año pasado, trabajando en proyectos que incluyen un ferrocarril indonesio, un centro de logística griego e instalaciones de energía en Bangladesh. El Banco de Desarrollo Chino ha dicho que planea contribuir con USD895 mil millones en la financiación de proyectos.

RIESGOS PARA LAS EMPRESAS: ATENCIÓN AL TIPO DE CAMBIO

Uno de los puntos flacos en las relaciones empresariales entre China y el resto del mundo que pone de relieve el estudio de HSBC es que muchas de las empresas aún no han diseñado planes específicos para maximizar su colaboración con el gigante asiático. Así, En Europa el 12% de las empresas “conscientes” está desarrollando estrategias para beneficiarse de estas iniciativas; América del Norte le sigue de cerca con el 9%. En la región de Asia- Pacífico fuera de China sólo el 6% de los negocios tienen planes elaborados ex profeso para beneficiarse del Belt and Road.

El otro riesgo sobre el que alerta el banco británico es la evolución del tipo de cambio entre el yuan y el resto de divisas, que también es un factor que las compañías tienen en consideración. "A medida que el renminbi avanza hacia la plena convertibilidad, las corporaciones y sociedades se preguntan cómo oscilará el precio de la divisa variará en los próximos 12 meses", señala el estudio de HSBC.

Sin embargo, no parece que las autoridades monetarias chinas contemplen entre sus planes a corto plazo la libre fluctuación de su moneda en el mercado de las divisas. Mucho se ha especulado sobre en qué momento Pekín dará este paso, pero la decisión, a finales de 2015, de ampliar la cesta de divisas contra las que el Banco Popular de China fija el cambio del yuan -hasta diciembre de 2015 sólo se ataba la fluctuación al dólar-, no anima a pensar que la autoridad monetaria planee ningún movimiento por ahora.

Las compañías, muy preocupadas por la volatilidad del yuan en lo que queda de año

Sí destaca HSBC en su informe que el banco central del país “mejora la transparencia en este área”, aunque siguen siendo constantes sus intervenciones para apuntalar en renminbi. Pero no es el banco central ni su elevado nivel de celo hacia la divisa lo que preocupa a las compañías, según expone el banco de inversión de Reino Unido, sino la volatilidad del yuan.

El banco central de China está conquistando mínimos de seis años en su anclaje diario entre la moneda china y el dólar. Este martes se situó en los 6,73 yuanes, el cambio más bajo alcanzado desde septiembre de 2010.

Analistas consultados por Bolsamanía señalan que el yuan ha caído notablemente desde su inclusión en la cesta de divisas del FMI y esperan nuevas caídas como mínimo de un 1,5% en cuanto la Fed vuelva a subir los tipos de interés en diciembre.

Desde Danke Bank apuestan por que el dólar acabe cambiándose a 7,1 yuanes a un año vista, frente a los 6,73 yuanes actuales, y señalan varios factores que pesan en el desempeño del yuan en los próximos 12 meses. “El crecimiento seguirá viéndose presionado en los próximos años; la elevada deuda necesita que los tipos de interés se mantengan bajos; habrá un aumento gradual de los tipos de interés en EEUU; la inversión extranjera directa está en números negativos ya que el país ha incrementado sus inversiones en el exterior; y el riesgo de una crisis financiera en el país sigue incrementándose”.

Sin embargo, el informe de HSBC arroja esperanza, ya que alrededor del 46% de las empresas chinas consultadas, que planean llevar a cabo transacciones empresariales con empresas extranjeras, esperan que la volatilidad en el renminbi disminuya en lo que queda de año. Un sentimiento que comparten el 68% de las firmas con sede en Taiwan, seguidas de un 61% entre las ubicadas en Hong Kong. Singapur se mantiene neutral en este asunto, con un 56% de las empresas que esperan que se mantenga en los niveles actuales.

En el resto del globo, el 30% de las empresas prevé que el cambio de tipo del yuan presentará una volatilidad a la baja, mientras un 36% piensan que se mantendrá igual y un 34% anticipa que los tipos de cambio van ser más inestables en el corto plazo.

Así, HSBC arroja la siguiente conclusión: “La reducción de los riesgos y los costes en materia de tipo de cambio entre el renminbi y el resto de monedas será uno de los principales activos que las compañías tendrán en cuenta a la hora de decidirse usar esta moneda en el futuro, seguida de la habilidad de fijar un precio competitivo”. Este hecho añade más presión, si cabe, a Pekín, que no debe cejar en sus medidas económicas y reformas estructurales, a la vez que el Banco Popular de China tiene la imperiosa necesidad de lograr la estabilidad necesaria a su divisa. Sólo de esta manera las empresas seguirán su senda expansiva en el uso del yuan internacionalmente.

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