El yuan ha acabado sucumbiendo contra el dólar y se ha desplomado hasta su peor cambio en más de una década, cuando ha rebasado marginalmente los 6,9633 yuanes que tocó el 20 de diciembre de 2016. En la madrugada de este viernes, ha cedido a la presión vendedora y se ha llegado a cambiar de manos en 6,9641 yuanes, precios no vistos desde la crisis financiera de 2008, cuando el renminbni alcanzó el cambio de 7,00 unidades contra el ‘billete verde’.
El declive ha suscitado reacciones en el banco central del gigante asiático. El vicegobernador del Banco Popular de China, Pan Gongsheng, dijo en una sesión informativa en Pekín que el supervisor monetario continuará tomando medidas para mantener la moneda estable, al tiempo que ha enviado una advertencia a los bajistas. "Hemos tratado con los cortos del yuan hace unos años, y estamos muy familiarizados unos con otros", dijo. "Creo que ambos tenemos vívidos recuerdos del pasado".
"El sentimiento de riesgo en Asia, tras varias sesiones de mal comportamiento de las bolsas regionales, que se está agravando con los resultados ha dinamitado al yuan”, indican expertos de Danske Bank. “La presión sobre la divisa china también se produjo después de las noticias de ayer que indican que Estados Unidos no reanudará las negociaciones comerciales sin una propuesta firme de China, lo que puso en peligro la reunión entre el líder chino Xi Jinping y el presidente estadounidense Donald Trump a finales de noviembre", explican los expertos de Danske Bank.
Los expertos apuntan a que la caída de la divisa china seguirá echando leña al fuego en el que se cocina la guerra comercial ya que abarata las exportaciones del país y quita relevancia a las medidas proteccionistas de Trump que intentan encarecerlas. El yuan, que había sido una de las monedas que mejor se había comportado contra el dólar hasta el verano acumula una depreciación del 6,5% en lo que va de año.
