Después de hallarse atascado en un rango de cerca de un 1,5% durante dos meses, el punto medio fijo del yuan se ha empezado a mover y ha ido cediendo terreno desde la semana pasada, lo que indica que “las autoridades están de acuerdo con la apreciación de la moneda”, explica Stephen Innes, analista de AxiTrader.
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El optimismo sobre las conversaciones comerciales entre China y EEUU, en las que todo parece indicar que ambos países están a punto de cerrar un acuerdo inicial -llamado de ‘fase uno’-, han dado ímpetu a la moneda. Además, las informaciones de que Pekín presiona al presidente estadounidense, Donald Trump, para que elimine más aranceles, esencialmente la tanda impuesta en septiembre, como parte de este trato, han elevado al renminbi a máximos de dos meses y medio, hasta 7,0218 yuanes por dólar.
Si se rescinden las dos últimas alzas arancelarias en virtud de un acuerdo de "fase uno", el yuan podría recuperarse hasta los 6,9 por dólar, asegura Innes, quien señala que esos movimientos arancelarios lo han llevado de comprar un dólar por 6,9 yuanes hasta 7,1 yuanes.
"Todavía hay mucha incertidumbre ahora”, reconoce el analista para quien ahora “es más probable que en los últimos 60 días que la moneda ponga a prueba el nivel crítico de los 7,00 yuanes”.
