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El peso argentino ha sufrido gran volatilidad este lunes, tras la victoria del kirchnerista' Alberto Fernández en elecciones de Argentina. La moneda arrancaba la jornada con un panorama sombrío y apuntaba a más depreciaciones este lunes, después de cerrar el viernes en mínimos de cerca de dos meses, muy cerca de los 60 pesos por dólar.

Pero las nuevas restricciones de compras de dólares enviaron un balón de oxígeno a la moneda, que se recuperó hasta los 58 pesos por dólar, para luego estabilizarse en 59,25 pesos por dólar.

Este lunes, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) endureció drásticamente los controles de capital para los hogares, reduciendo la asignación mensual para los reembolsos a 200 dólares. La medida supone un radical recorte con respecto a las medidas impuestas en agosto, que permitía compras de particulares hasta 10.000 dólares mensuales. "Bienvenidos de nuevo al 'corralitito'", valoran los expertos de Aberdeen Standard Investments, por la dureza de la iniciativa.

El mercado espera que se mantenga la presión cambiaria a la que se ha visto sometida la moneda en las últimas jornadas, aunque los expertos sostienen que la moneda afronta con garantías el resultado electoral. Así lo aseguran los expertos de Monex Europe: "Existen controles restrictivos y mecanismos para evitar otro desplome como el de agosto". En aquel momento, el peso mayorista se devaluó de tal manera que un dólar compraba 62 pesos, un hito histórico para la moneda.

La divisa ha sufrido las ventas de ciudadanos que buscan refugio en el dólar, pero no se ha hundido gracias a las ventas diarias del banco central en el mercado de divisas y a una política que limita las compras. Tras el descalabro del verano, el Gobierno de Macri puso coto a las compras de particulares hasta los 10.000 dólares mensuales, pero no pudo detener la sangría diaria de reservas internacionales. Desde las elecciones, el Banco Central ha perdido 22.800 millones de dólares.

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