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El euro vuelve a estirar sus recientes mínimos de casi tres años este martes, después de que la publicación de la encuesta ZEW de confianza inversora en Alemania y la zona euro haya revelado un mazazo de las expectativas económicas para el bloque europeo y, en concreto, para su locomotora. La divisa comunitaria ha ampliado sus mínimos de 34 meses hasta los 1,0793 dólares, por lo que pierde por primera vez los 1,08 dólares en casi tres años y trata de rellenar el hueco alcista dejado en abril en 2017, después de la victoria del presidente francés, Emmanuel Macron en las presidenciales del país galo.
Desde que el pasado 12 de febrero la divisa compartida volvió a niveles de precio contra el ‘billete verde’ no vistos en casi tres años, ha ido estirando los mínimos, atraído sin remedio por lo que en análisis técnico se denomina ‘gap’, "sobre todo tras perforar el soporte que presenta en los mínimos de 2019 (1,0878), ahora resistencia más inmediata", indica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. La tendencia es que se acaben rellenando estos agujeros en los gráficos, según señalan los expertos, que ubican su objetivo actual en 1,0725 dólares.
El euro ha perdido un 3,4% de su valor frente al dólar estadounidense en lo que va del año, lastrado por los débiles datos de fabricación y PIB germanos, que sugirieren que la zona euro es más vulnerable de lo que se pensaba anteriormente, mientras que la economía de Estados Unidos ha demostrado ser más resistente que el resto del mundo. Este martes, el índice ZEW ha indicado que se situó en 10,4, frente al 25,6 anterior y tres veces menos que el 30 esperado por el mercado. En Alemania, la situación no es diferente. El barómetro de sus expectativas para los próximos seis meses ha caído sorprendentemente fuerte en febrero, en 18 puntos, hasta situarse en 8,7.
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"La combinación de datos de la eurozona, los precios de mercado, los renovados recortes en las tasas de depósito del Banco Central Europeo (BCE) y las características atractivas de financiación del euro no son un buen augurio para la moneda”, subrayan los expertos de ING. La débil evolución de la economía también se debe en parte a la creciente crisis del coronavirus y, en su conjunto, incrementan el sentimiento del mercado de que la política monetaria del BCE mantendrá su sesgo ultraacomodaticio por largo tiempo.
La otra moneda que cae este martes es la libra, que sufre el impacto de las diferencias entre Reino Unido y la Unión Europea (UE) sobre la relación comercial que deben mantener cuando acabe el período de transición tras el Brexit. El cable (libra/dólar) ha tocado 1,2995 dólares y el euro/libra se cambia en las inmediaciones de las 0,8300 libras.
