La divisa europea sigue muy presionada en este cierre semanal, entre la crisis presupuestaria italiana, los temores sobre el crecimiento y la aversión al riesgo que suscitan las renovadas tensiones comerciales entre China y EEUU. A este cóctel se ha añadido la desconfianza que ha calado entre los inversores después de la rueda de prensa del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. Si bien el banquero central no hizo nada para dañar la divisa ha arraigado la idea de que en diciembre se podría descolgar con un aplazamiento de los incrementos de tipos y hasta con una extensión del QE.
“Por una vez, Mario Draghi no fue el culpable de la debilidad del euro de ayer, puesto que el presidente del BCE dejó claro ante los periodistas que el Consejo de gobierno del banco no estaba excesivamente preocupado por la ralentización del crecimiento de la eurozona y por los datos de las encuestas, que Draghi calificó como de vuelta a la normalidad tras crecer por encima de su capacidad durante el 2017”, indican los expertos de Monex Europa. En cambio, atribuyen a las renovadas energías del dólar que la moneda única dejara nuevos mínimos durante la tarde llevándola a sus niveles más bajos en dos meses frente a la moneda estadounidense. Caídas que ha prolongado este viernes hasta casi los 1,1350 dólares
Draghi hizo sangre con las rentabilidades de la deuda del Estado italiano y con su diferencial con otros países de la eurozona, al decir que las emisiones eran más importantes para la prima de riesgo que acabar con las políticas de expansión cuantitativa. Estaba además dispuesto a ofrecer consejo, aunque indirecto, a Italia, al decir que no debería replantearse su pertenencia al euro y que debería cambiar sus políticas para reducir el diferencial entre los bonos italianos y los de otros países de la UE. “Así, no se trató el importante asunto de la distribución de las compras de activos por parte del BCE entre las deudas de los distintos países, lo que quiere decir que el impacto en los mercados debido a su recálculo tendrá que esperar hasta diciembre”, agregan los analistas de Monex.
Draghi sacó su lado paloma para, de manera bastante sutil, “indicar que el BCE está empezando a preocuparse por los riesgos y estará listo para hacer retroceder las expectativas de tasas en la próxima reunión”, explica por su parte Neil Wilson, analista de Markets.com “Esto sugiere riesgos a la baja para el euro, aunque deberían estar descontados”, agrega.
A POR EL SOPORTE DE LOS 1,13 DÓLARES
Desde el punto de vista del análisis técnico, es la fortaleza del dólar lo que lleva a la moneda única a la importante zona de soporte que presenta en los mínimos del año: los 1,1300. “Por debajo, los 1,1180-1,12”, indica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía.
Por debajo, “creemos que podemos asistir a un rápido movimiento hacia la potencial zona de soporte que presenta en los 1,1180-1,12, el nivel de ajuste o retroceso del 61,8% de toda la subida desde principios de 2017, cuando por aquél entonces el cruce llegó a cotizar en los 1,03394”, indica el experto de Bolsamanía.