El euro sigue sufriendo este martes el envite de la crisis italiana, por los temores que planean sobre la tercera economía de la Eurozona. La moneda comunitaria ha agudizado sus pérdidas de las cuatro últimas sesiones después de que el país haya señalado que una buena salida a todos sus problemas sería disponer de una moneda propia.
Así, la divisa compartida ha llegado a ceder más de un 0,5% adicional, hasta un nuevo mínimo no visto desde el 21 de agosto en los 1,1510 dólares. Desde el pasado jueves acumula una depreciación de casi el 2%, causada por el desafía del Gobierno italiano a la Eurozona, al presentar un déficit del 2,4% para 2019, mucho mayor del esperado por el consenso y por encima del umbral psicológico del 2%.
La libra se ha acelerado hasta máximos de 12 días contra el euro y el franco suizo se acelera también y avanza un 0,5% contra su rival europea.
Las discusiones en el seno de la Eurozona sobre el presupuesto y la senda del déficit del país transalpino han provocado un goteo a la baja en el euro que se ha visto exacerbado después de que el Gobierno del país haya sugerido un abandono de la Eurozona. En estos términos se ha expresado el jefe económico de la Liga Norte, Claudio Borghi, quien ha señalado durante una entrevista radiofónica que “está realmente convencido de que Italia podría solventar muchos de sus problemas si tuviera su propia moneda”.
“Todo parece indicar que el “choque de trenes” entre Italia y sus socios en la UE, con la Comisión Europea (CE) como principal estilete, no ha hecho más que comenzar. Aye desde la CE empezaron a planificar la respuesta, preparando el terreno para rechazar el presupuesto 2019 diseñado por el gobierno populista italiano y para abrir un procedimiento contra el país”, apuntan desde Link Securities.
La reacción en los mercados ante un posible Italexit no se ha hecho esperar y, además de en el euro, se ha notado en otros activos, con la prima de riesgo del país en máximos de cinco años y los bonos en máximos desde 2014. Poco después, Borghi ha matizado sus declaraciones y ha asegurado que abandonar el euro no entra en los planes de su Gobierno.
“Esta historia se convertirá en un quebradero de cabeza para la Zona Euro en los próximos meses, lo que, sin duda, pasará factura a los mercados de valores y bonos de la región. No sabemos hasta qué punto esta “crisis” puede hacer cambiar los planes del BCE a la hora de retirar sus estímulos, pero si estamos seguros que lo analizarán en detalle”, agregan desde Link Securities.