El dólar avanza contra todos sus rivales este viernes y deja máximos de un mes contra el euro en 1,1950 dólares, precio no visto desde inicios de febrero. El movimiento se produce después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no expresara su preocupación por la reciente agitación en el mercado de bonos, al tiempo que se mantuvo en su postura de mantener los tipos de interés bajos durante mucho tiempo.
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Powell sí reconoció que los últimos movimientos el Tesoro le han llamado la atención, pero consideró que se necesitan más señales para que la Fed reaccione. "Siempre se da el caso de que si las condiciones cambian materialmente, el comité está preparado para usar las herramientas que tiene para fomentar el logro de sus objetivos", aseguró.
Además, Powell advirtió de que el banco central no dejaría que las condiciones del mercado financiero se endurezcan. "Me preocuparían las condiciones desordenadas en los mercados o el endurecimiento persistente de las condiciones financieras que amenaza el logro de nuestros objetivos", afirmó.
Pese a que su retórica general fue acomodaticia y reiteró el compromiso de mantener una política monetaria ultrablanda hasta que la economía esté "muy avanzada en el camino de la recuperación", el mercado ha interpretado sus palabras como que el banco central tiene dudas en cuanto a inyectar a la economía nuevos estímulos para conseguir sus metas, como la mejora del empleo o la inflación por encima del 2%.
"Los mercados están escuchando a los bancos centrales y si van a estar en espera durante mucho tiempo, eso significa que la inflación a largo plazo va a ser más alta, por eso se está produciendo ventas en los mercados de bonos y acciones", argumentan los expertos del Commonwealth Bank of Australia. "Los mercados de divisas están reaccionando al aumento de la volatilidad en ambos mercados".
Además del movimiento frente al euro, el dólar alcanzó un máximo de ocho meses de 108,035 yenes, antes de ceder gran parte de sus ganancias. El Ministro de Finanzas japonés, Taro Aso, declinó hacer comentarios sobre la caída del yen cuando se le preguntó sobre cómo afectaría la depreciación a la economía.
El índice del dólar alcanzó un máximo de tres meses y se situó por última vez en 91,672 en la sesión asiática, tras ganar un 0,7% el jueves.
Las ganancias del dólar se produjeron mientras el rendimiento del Tesoro a 10 años de referencia volvía a superar el 1,5%, subiendo hasta el 1,584% en Asia. La semana pasada, se disparó a un máximo de un año del 1,614%.
El inminente estímulo fiscal de Estados Unidos está añadiendo combustible a las expectativas de una mayor inflación, ya que la aceleración del despliegue de las vacunas COVID-19 aumenta la confianza en una recuperación económica.
Las divisas de mayor riesgo, como el dólar australiano y el neozelandés, cayeron junto con las acciones, ya que el sentimiento de los inversores volvió a agriarse.
En el mercado de criptomonedas, el bitcoin dejó caídas hasta los 46.000 dólares der casi el 5%. El ether también declinó hasta los 1.483,43 dólares.
