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El caos y la volatilidad que domina los mercados impacta con virulencia también en las divisas, que sucumben a los temores de los inversores a que se desate una guerra de precios entre los productores de petróleo. El dólar cae ante sus principales rivales, con el euro en máximos no vistos desde enero de 2019, con una apreciación de más del 1,5%, hasta las inmediaciones de los 1,15 dólares, precio que cede en la apertura de Wall Street hasta niveles por debajo de los 1,14 dóalres. El yen deja un auge casi sin precedentes, con un máximo por debajo de 101,54 yenes por dólar, precios que no se visitaban desde noviembre de 2016.

La subida de más del 3% del yen ha suscitado la alarma entre las autoridades niponas, con una declaración del ministro de Finanzas de Japón, Taro Aso, quien ha advertido a los inversores sobre que el gobierno observará de cerca el repunte de la moneda, que ha descrito como "movimientos nerviosos", según Reuters. “Debemos observar los vaivenes de divisas y acciones por un tiempo. Los examinaremos cuidadosamente ", dijo Aso a los periodistas. Declinó hacer comentarios sobre si Japón necesita intervenir en el mercado de divisas.

El yen también sube ante el euro, aunque menos, y ha alcanzado un máximo de seis meses, en 116,36 yenes, precio al que el yen cotizó por última vez en septiembre de 2019.

La moneda estadounidense, a su vez, se erige como refugio ante otras divisas como el dólar australiano o el won coreano, que caen más del 2,5% y un 1%, respectivamente. El yuan cae un 0,23% y presenta relativa calma frente al dólar, a pesar del terremoto que sacude a otros cruces.

Los movimientos se produjeron cuando el rendimiento del bono de referencia del Tesoro de EE. UU. A 10 años cayó por debajo del 0,5%, antes de ver una ligera recuperación, ya que se negoció por última vez al 0,5192%. El rendimiento del Tesoro a 30 años también alcanzó un mínimo histórico, rompiendo el umbral del 1% por primera vez en la historia, la última cotización en 0.9842%.

El colapso de la rentabilidad ha sido la muerte de una de las operaciones de 'carry trade' más populares a nivel mundial: tomar préstamos a tasas negativas en el euro y el yen para comprar activos estadounidenses, lo que añade aún más potencial el escenario de un dólar bajista a largo plazo. "La tendencia en el euro/dólar está cambiando debido al giro dramático y decisivo en las expectativas de tasas de EEUU", indica Alan Ruskin, jefe global de estrategia de divisas en Deutsche Bank. "El dólar ha perdido la fuente más importante de su sobrevaloración: una fuerte ventaja de operaciones de cobertura", agrega y advierte que esto podría terminar con la fortaleza del 'billete verde' que ha durado desde mediados de 2018.

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