El dólar ha puesto punto final este lunes a las caídas que fueron tónica la semana pasada, para dejar subidas ante la mayoría de sus rivales, poniendo en juego su papel como activo refugio a medida que se hacen públicas las ampliaciones de confinamiento en países como EEUU. El yen, considerado un activo refugio tradicional también ha experimentado un alza.
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Sin embargo, los expertos indican que la acción del precio se ha normalizado después del rally que precedió a la corrección de los últimos días, ya que la crisis se liquidez para controlada “por ahora”. “Se ha necesitado ,las de 30.000 millones en compras de bonos anuales de la Reserva Federal (Fed), entre otros, pero el dólar parece estar bajo control”, señala Stephen Innes, analista de Axitrade.
El dólar ha dejado subidas frente a la libra, el euro, el kiwi y el dólar australiano. La libra esterlina se ha dejado un 0,7%, mientras el declive del euro es de un 0,5%. "Ahora que la presión de financiación (en dólares) está disminuyendo un poco, el foco se está desplazando hacia la evaluación del daño", ha indicado el analista de divisas del Banco de Singapur, Moh Siong Sim.
El yen japonés seguro subió un 0,5% hasta 107,41 yenes por dólar. Tanto el dólar como el yen tuvieron fuertes gananciasfrente a las monedas de los mercados emergentes. "Es probable que la aversión al riesgo se mantenga elevada con Estados Unidos como el epicentro de COVID-19", han comentado los analistas del National Australia Bank en una nota.
Los expertos también destacan que esta semana se espera una batería de datos macro en EEUU que se presentan poco halagüeños. Con este panorama por delante, hay varias preguntas que cabe hacerse, indica Adrián Aquaro, analista de Trader College. "La primera es si esta crisis durará mucho tiempo o, como muchos especulan en la bolsa de Nueva York, en pocos meses será superada". La crisis del virus ha llegado a Estados Unidos, y la cantidad de casos detectados, como la de víctimas que lamentablemente se ha cobrado parecen encaminarse a ser las más graves del mundo. La política del gobierno de Donald Trump para combatir la expansión del virus es confusa y errática, con idas y vueltas que combinan el temor a un contagio masivo con la convicción de que ante una cuarentena prolongada el país ingresará en recesión, y la reelección de Trump quedará trunca.
La otra pregunta importante es "como reaccionará el dólar ante semejante batería de datos negativos", agrega el experto. El de peticiones semanales de subsidio por desempleo del jueves pasado, ha sido el peor de la historia y no surtió efecto alguno en los mercados. "Muchos opinan que el dólar volverá a crecer pese a los informes malos, dado que ante una circunstancia extrema los operadores se volcarán al billete; otros, más ortodoxos, creen que el reinado actual del dólar quedará por un tiempo de lado", indica el experto.
El problema adicional para que el dólar baje es que del lado del euro, la libra esterlina y el yen, sus principales rivales, tampoco aparecen incentivos importantes. El euro comenzará a transitar una nueva etapa, con un récord de dinero colocado por el Banco Central Europeo, y con una emisión de 750 mil millones por parte de Alemania, que sale de este modo de su tradicional disciplina fiscal.
La libra esterlina creció fuertemente la semana anterior, pero no parece tener fuerza para seguir mucho más. Todo se encamina a que la zona de 1,2000 dóalres sea el soporte de los próximos días, en momentos en que la crisis también pega fuerte en Reino Unido. El Banco de Inglaterra prometió ayuda, y recortó fuera de calendario su tasa de interés, y el crecimiento de la libra pareció más vinculado a la debilidad del dólar de los últimos días que a su propia fortaleza.
El yen puede ser la excepción, si es que los mercados vuelven a buscarlo como refugio. Su fuerte crecimiento de los últimos días es significativo, y podría mantenerse firme durante la semana que se inicia.