Las actas de la última reunión de la Reserva Federal de EEUU han sido interpretadas por los operadores como la confirmación oficial de los pronósticos sobre tipos de interés este 2019. La opinión que cala en los mercados es que el banco central mantendrá en pausa las subidas en los próximos doce meses, lo que ha acabado por dinamitar al dólar que ha cedido más allá de las 1,1550 unidades por euro este jueves.
Los inversores se han echado a la espalda, por el momento, la amenaza de desaceleración económica de la Eurozona a la que han apuntado los recientes datos macro y han roto importantes niveles de resistencia en el euro/dólar que indican que "el rally prosiga hasta los 1,18 dólares, máximos de septiembre", según José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía.
El documento publicado por el banco central estadounidense este miércoles muestra que numerosos miembros del Comité de Política Monetaria del supervisor económico (FOMC por sus siglas en inglés) están a favor de no incrementar las tasas este año. Unido al sentimiento positivo en torno a las conversaciones comerciales entre China y EEUU, que han concluido tras un tercer día de negociaciones en Pekín con importantes avances, según varias informaciones, también anima el apetito por el riesgo y bombea capitales en activos menos seguros. Y esto también juega en contra del dólar.
A todos estos acontecimientos hay que sumar el incremento de los precios del petróleo, que indican que "los miedos globales eran exageraos" según analistas de CMC Markets. El auge del crudo ha animado a divisas vinculadas a las materias primas como el dólar canadiense, que ha marcado su máximo de un mes. El Banco de Canadá también ha animado a su divisa con declaraciones sobre que "nuevas subidas de tipos son necesarias".
En cuanto a la libra, el retroceso del dólar ha mantenido a la moneda cerca de los 1,28 dólares, cuando el Parlamento británico se adentra en la segunda jornada del debate que debe culminar en al votación del acuerdo de la primera ministra, Theresa May, sobre el Brexit. Con todo, los analistas coinciden en señalar que este auge de las divisas europeas frente al dólar no durará.
En la Eurozona, los datos macro se mantienen tozudamente débiles, especialmente en Alemania y Francia, las locomotoras del bloque del euro. Por si esto fuera poco, se espera que el Banco Central Europeo se mantenga claramente acomodaticio en 2019, lo mantendrá la presión en al divisa comunitaria.
En Reino Unido, los miedos del Brexit mantendrán a la libra también a raya. Los analistas esperan que a medida que se aproxime la votación de 15 de enero , la libra también acuse los efectos del incremento de un dovorcio caótico entre Reino Unido y la Unión Europea (UE).