La visión ampliamente extendida entre los analistas de que el dólar iba a flaquear en 2021 y que el euro iba a llegar a 1,27 dólares, disparando una suerte de intervenciones del Banco Central Europeo (BCE), se ha visto puesta a prueba por el desempeño del ‘billete verde’ y no son pocos quienes revisan sus vaticinios. Las casas de análisis se resisten a variar sus previsiones sustancialmente, pero algunos ya reconocen abiertamente que ese panorama bajista, no lo es tanto.
La moneda de EEUU deja notar músculo cuando está a punto de cerrar el primer trimestre, apoyada por el optimismo en la más pronta recuperación de la economía del país, la campaña de vacunación y el paquete de inversiones en infraestructuras de entre 3 y 4 billones que presentará el presidente Joe Biden. Es la divisa que mejor se ha comportado en los últimos cinco días y el dólar ha ganado un 1% frente al dólar australiano, un 3% frente al euro, más de un 5% frente al yen y al franco suizo, y la libra esterlina ha cedido casi todas sus ganancias del año.
Con el dólar en su punto más alto de los últimos cuatro meses frente a sus principales rivales, Juluis Baer ha rebajado su pronóstico para el euro/dólar a tres meses vista hasta 1,21 dólares y hasta 1,25 dólares, a doce meses vista, a la vez que reconocen que ha “disminuido su convicción” sobre la debilidad de la divisa de EEUU. Los expertos de Rabobank, por su parte, indican que suponiendo que la Reserva Federal mantenga una visión prudente y que esta se justifique por los datos económicos publicados, “existe la posibilidad de que parte del entusiasmo que ha estado apoyando al dólar se frene en los próximos uno o dos trimestres”. “Dicho esto, aunque vemos margen para que el dólar se suavice en los próximos meses, las subidas pueden tener más recorrido a corto plazo”.
La razón fundamental más evidente de la fortaleza del dólar frente al euro es la lucha contra el virus. Los Estados Unidos han vacunado al 39% de su población, según el New York Times Vaccination Tracker, frente al 13-14% de las cuatro mayores economías europeas: Alemania, Francia, Italia y España. La menor tasa de vacunación en Europa está provocando un nuevo aumento de las infecciones por Covid y se espera que esto se traduzca en un retraso en la reapertura de la actividad económica. “Este panorama sólo cambiará si la Unión Europea consigue poner en orden su programa de vacunación, pero hasta ahora parece ir muy por detrás de EEUU y, por lo tanto, el mercado espera que el dólar siga marchando al alza”, indica Lukman Otunuga, analista de FXTM.
Biden ha señalado que a partid del 19 de abril el 90% de los estadounidenses serán candidatos a recibir inmunizaciones, lo que, unido a las expectativas en torno al estímulo económico, aún echa más gasolina al rally de la divisa. De hecho, este miércoles se esperan detalles del nuevo paquete de gasto destinado a las infraestructuras de más de 3 billones que se suma a los 1,9 billones ya aprobados.
Se espera que Biden exponga su visión de las autopistas, los puentes, el ferrocarril y los programas de cambio climático. A finales de abril, se preve que se anuncie una segunda propuesta sobre programas de atención infantil y sanitaria. “Parece que al dividir el gasto en dos paquetes distintos, el presidente de EEUU espera maximizar sus posibilidades de recibir apoyo bipartidista, ya que los legisladores de ambos bandos ven la necesidad de sustituir las infraestructuras envejecidas”, explican desde Rabobank. A falta de conocer más detalles, algunos economistas ya especulan con que tenga lugar la mayor subida de impuestos en décadas para pagarlo. De hecho, uno de los puntales de la campaña del demócrata ha sido el de revertir la reducción de impuestos corporativos y aumentar el impuesto a los patrimonios más altos, pero los mercados “se centran en la recuperación más que en los impuestos”, subrayan desde el banco holandés.
RIESGOS Y VENTAJAS
Estos hechos están elevando también los niveles de rendimiento de la deuda, que debería considerarse un factor negativo para una divisa, “los inversores se están centrando en cambio en las expectativas de crecimiento”, remarca Otunuga. Ahora se espera que el crecimiento económico de EEUU supere al de sus pares desarrollados durante varios trimestres, y este resultado está atrayendo flujos de entrada más que de salida a la economía.
Los diferenciales de tipos de interés entre los bonos estadounidenses y los alemanes a 10 años siguen aumentando y han vuelto a alcanzar niveles prepandémicos del 2%. Esto se está convirtiendo en algo más atractivo para las operaciones de carry trade que se prestan en euros y se invierten en dólares estadounidenses. "Cuanto más se amplíe el diferencial, más se espera que el dinero salga de la zona del euro hacia los Estados Unidos", comenta el analista de FXTM.
Uno de los principales aspectos positivos de un dólar más fuerte es que se producirán más importaciones en EEUU desde el resto del mundo. "Esto debería ayudar a impulsar las exportaciones de la eurozona y los mercados emergentes", argumenta Otunuga. "Por el contrario, un dólar más fuerte reducirá la demanda de materias primas de los mercados emergentes y dificultará el servicio de su deuda denominada en dólares, especialmente con la subida de los tipos de interés a largo plazo". Hasta ahora, este riesgo parece insignificante, "pero otro repunte brusco de los rendimientos y del dólar aumentará la probabilidad de una crisis de la deuda soberana en los países en desarrollo", redondea el analista.