Las medidas para controlar el Covid en China tienen en vilo a medio mundo, y los analistas de Nomura consideran que la tan ansiada reapertura del gigante asiático se completará, en su mayoría, "antes de mediados de 2023", aunque advierten de que alguna de estas iniciativas se puede mantener de forma permanente.
En los últimos días, China ya avanzó en el fin de alguna de las restricciones, en parte debido a la ola de protestas que sacudió el país en la última semana, mientras que algunas fuentes apuntan a un nuevo paquete de medidas encaminadas hacia la reapertura que pueden ser anunciadas este mismo miércoles, somo indica una información de Reuters elaborada con fuentes cercanas al asunto.
Los analistas de Nomura observan indicios de una pronta reapertura en las palabras del presidente chino, Xi Jinping, quien aseguró que la variante Omicron es menos letal que las otras cepas del virus.
El mandatario también señaló que las protestas fueron "principalmente de estudiantes" que están “frustrados” después de tres años de pandemia, y que su Gobierno va a intensificar su programa de vacunación.
En los últimos días, algunas de las mayores ciudades chinas, como Beijing, Shanghái, Guangzhou y Shenzhen, eliminaron la obligatoriedad de presentar una prueba PCR con resultado negativo para usar el transporte público.
"En general, creemos que China está desalentando los bloqueos duros de ciudades completas y avanzando de cara a aflojar las restricciones más duras, especialmente las masivas pruebas de PCR periódicas. Sin embargo, muchas otras ciudades todavía tienen que ponerse al día, y algunas ciudades incluso han introducido recientemente nuevos requisitos de prueba de PCR, lo que sugiere que el gobierno central aún no ha dado instrucciones claras y directas y los gobiernos locales todavía están confundidos", destacan desde Nomura.
Su pronóstico incluye la implementación de pequeñas medidas hacia la reapertura antes del fin de marzo de 2023, en lo que ven como una primera instancia de una estrategia mayor que incluye el cese de los cierres estrictos al estilo de Shanghái y la reducción de los requisitos regulares de pruebas PCR.
"A principios de mayo, señalamos que las pruebas PCR son demasiado costosas para ser efectivas, y parece que el gobierno de China también ahora reconoce que las pruebas periódicas de PCR no son sostenibles", agregan.
A partir de marzo consideran que se producirá una aceleración del proceso de reapertura, "con la mayor parte completada antes de mediados de 2023".
