• El Banco Popular de China ha rebajado recientemente los tipos de interés
  • La tasa de crecimiento del PIB ha bajado hasta niveles del 7%
  • La corrupción y el endeudamiento, principales problemas de la economía
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“Mi propia cobertura sugiere que somos testigos del final del milagro económico chino. Estamos viendo exactamente cuánto depende el éxito chino de una burbuja inmobiliaria impulsada por la deuda y de gastos influenciados por la corrupción”.

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Es el análisis que realiza de la situación en China Bob Davis, el corresponsal de The Wall Street Journal en el país asiático durante los últimos cuatro años. En su opinión, la gran actividad constructora que todavía registra la economía no es un símbolo de vitalidad, sino de una “economía fuera de control”.

LA CORRUPCIÓN Y EL ENDEUDAMIENTO, PRINCIPALES PROBLEMAS

El crecimiento económico se encuentra en una senda descendente

Este periodista recuerda que el secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, lanzó un ambicioso programa de 60 reformas para transformar la economía y extirpar la corrupción. Su objetivo era limitar el poder de los burócratas, los políticos locales y los directivos de las grandes empresas.

En cambio, en la actualidad, el crecimiento del PIB se ha desacelerado desde el 10% de hace unos hasta el 7% actual. Además, señala que “las estadísticas oficiales del PIB son confiables sólo como un indicador de dirección y la flecha apunta claramente hacia abajo. Los grandes interrogantes son hasta dónde y a qué velocidad”.

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EL BOOM INMOBILIARIO PASARÁ FACTURA

El boom inmobiliario fue financiado con deuda y pasará factura

Bob Davis también llama la atención sobre las ciudades de tamaño medio, donde se producen el 70% de las ventas de propiedades residenciales y que “están rodeadas de inmensos complejos de departamentos vacíos”.

Este experto atribuye gran parte del milagro económico chino al enorme desarrollo inmobiliario que ha tenido lugar desde finales de los años 90, cuando “el Partido Comunista permitió que los residentes urbanos fuesen propietarios de sus viviendas y la economía se disparó”. Pero ese boom inmobiliario fue financiado con deuda, similar a lo ocurrido en Brasil, Irlanda, España y Suecia (todos ellos han sufrido grandes crisis bancarias posteriormente).

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Como conclusión, este experto tiene serias dudas de que las autoridades chinas logren transformar el sistema económico, dando prioridad a la reforma del sistema financiero, desmantelar los monopolios, aumentar el protagonismo del sector privado e impulsar el consumo interno para no depender tanto de las exportaciones.

En su opinión, China se encuentra en una situación de ocaso, después de protagonizar el mayor crecimiento mundial de la historia moderna durante los últimos 30 años.

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