China vuelve a sembrar de desasosiego los mercados financieros este miércoles después de la decisión del Banco Popular de China de ubicar el anclaje medio del yuan en los 6,9996 yuanes por dólar, ligeramente por encima de lo esperado por el mercado. Las bolsas asiáticas han acabado la sesión con signo mixto, con los inversores nerviosos por la guerra comercial.
La medida del banco central del gigante asiático viene después de que el martes decidiera dar un pequeño paso atrás en la guerra de divisas desatada contra EEUU y ubicar el punto medio alrededor del que permite que el renminbi fluctúe un 2% por debajo de lo previsto y también dos días después de que el Tesoro estadounidense designara al gigante asiático como “manipulador de divisas” de forma oficial.
Los expertos señalan que el banco central chino, sin embargo, mantiene su postura de que no usará el yuan como arma en la guerra comercial. Con todo, sus recientes movimientos “han demostrado que cuentan con una herramienta para contrarrestar las acciones de EEUU”, indica Stephen Innes, analista de Oanda. La moneda juega un papel fundamental en las tensiones comerciales, ya que la devaluación del renminbi abarata las exportaciones chinas y puede llegar a contrarrestar el efecto de los gravámenes de EEUU.
Esto ha vuelto a pesar en las bolsas asiáticas. El Nikkei sigue en el rojo, con un declive del 0,25%, mientras Shanghai y Shenzhen buscar dejar atrás los números rojos con moderadas alzas del 0,20%. El ASX200, muy vapuleado también en las últimas sesiones sube un 0,7%, mientras que el Kospi surcoreano y el Hong Seng de Hong Kong cierra plano. Los parqués del Sudeste asiático también acaban con signo mixto.
El NXZ50 de Nueva Zelanda se ha disparado un 1,88% después de que el banco central del país haya recortado las tasas en 50 puntos básicos hasta el 1%. La orientación a futuro del regulador monetario apuntaba a una mayor flexibilización de la política monetaria, al subrayar sus preocupaciones por la baja inflación. "El mercado esperaba una rebaja más modesta, del 0,25%, así que ha cogido a los mercados por sorpresa y coloca el foco sobre la Reserva del Banco de Australia, cuya tasa de interés también es del 1%".
