El relevo del ya ex alcalde de Barcelona, Xavier Trias, se hará de manera “lo más ordenada posible”, según deseo expreso de Trias. El convergente ha propuesto a la candidata de BComú, Ada Colau, crear una “mesa de traspaso” para que haya la “máxima transparencia” en todo lo que concierna a la salida del antiguo equipo de gobierno.
La mesa, explica La Vanguardia, estaría formada por el alcalde en funciones, la nueva alcaldesa, los ya antiguos tenientes de alcalde, los gerentes municipales y los miembros de BComú que designe Colau. El primer edil saliente ha asegurado a su sucesora que está todo muy preparado y que el traspaso será “modélico”. Ha querido despejar toda sospecha sobre los contratos que habría estado firmando hasta última hora y ha asegurado en una comparecencia ante los medios que no pagará nada sin el acuerdo de esta mesa. ¡No hemos hecho nada extraño en cuatro años, menos lo haremos ahora!", ha espetado para dar por cerrado el tema.
Trias: está todo muy preparado y el traspaso será “modélico”
Sí ha querido dejar claro Trias que en los días que quedan hasta la toma de posesión de Colau, que está prevista para el 13 de junio, el ayuntamiento no puede parar, pero ha tendido la mano a Colau a comparecer juntos en los actos institucionales, igual que ya hizo Jordi Hereu en su momento. "La señora Colau estará invitada, hay alguna firma importante pendiente y si la hago sería con ella”, ha explicado.
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TERCER TRASPASO DE PODERES EN 36 AÑOS
El rotativo del Grup Godó explica que esta será la tercera vez que hay un cambio de equipo en el consistorio de la Ciudad Condal desde el año 1979. En aquel momento, Narcís Serra fue investido alcalde en unas condiciones muy diferentes de las que Trias recibió el ayuntamiento, en 2011, de manos de Hereu.
Los tres alcaldes socialistas que sucedieron a Serra, Paqual Maragall, Joan Clos y Jordi Hereu entraron en la alcaldía a medio mandato de su antecesor, aunque revalidaron sus cargos en las urnas.
En más de 30 años, la gestión del ayuntamiento de la ciudad fue la responsable de gran parte de la fama y reconocimiento internacionales de Barcelona. Y esto conllevó generar unas arcas robustas, envidiadas por muchos grandes ayuntamientos y por la propia Generalitat de Catalunya. En este 2015, Trias deja a Colau una ciudad con unas finanzas municipales que gozan de una salud envidiable, que paga a los proveedores a 30 días y con una nota excelente de las agencias de calificación.
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