"Firmemente agarrado". Así tiene el virus a su país, según las últimas declaraciones de la canciller alemana, Angela Merkel, que estudia una serie de nuevas restricciones, como la de implantar un toque de queda nocturno.
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Así lo ha reconocido Merkel este viernes al intervenir en el Bundestag durante la primera lectura de la reforma legal aprobada esta semana por el Consejo de Ministros para limitar el radio de acción de los Länder ante la pandemia e imponer restricciones más armónicas a partir de ciertos niveles de incidencia, según informa la agencia Efe.
Alemania es uno de los países que inyectará otra vacuna a quien recibiese una dosis de AstraZeneca en su momento.
Se suma así a Francia, que pondrá un preparado alternativo a los que tienen puesta una primera dosis. "La solución que hemos encontrado ofrece una buena protección", ha argumentado el diputado bávaro Klaus Holetschek, que presidió una reunión el martes sobre el tema, en declaraciones a la agencia DPA.
