Las declaraciones del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, apoyando la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, han suscitado todo tipo de especulaciones sobre un pacto oculto entre el PSC y los independentistas para volver a colocar a Pedro Sánchez en Moncloa. Pero, por más que el socialista haya servido en bandeja un relato a la derecha para torpedear el auge del PSOE en las encuestas, la realidad es mucho más compleja: según fuentes consultadas, "solo la amenaza de Vox atraerá a los soberanistas".
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Iceta rectifica: un referéndum sobre la independencia "no es la solución"Califican de patraña la llamada 'vía Iceta' y defienden desde el socialismo que sólo hay una forma de que ERC y el PDeCAT apoyen una investidura del actual presidente del Gobierno: "Que no sumen los otros". Solo ven factible que vuelvan a respaldar al líder del PSOE si la decisión se debe tomar entre Sánchez y la derecha.
Los sondeos electorales le son cada vez más favorables al PSOE, lo que provoca muchos nervios en las filas del PP y Ciudadanos que, además, ven acercarse al galope a Santiago Abascal. E Iceta les ha dado la excusa para unirse en el ataque al enemigo común. No obstante, quien le conoce bien sabe que sus comentarios sobre que si una mayoría de catalanes quisiera la independencia se debería debatir una solución para estas reivindicaciones, no son en absolutos nuevos.
Iceta ha mantenido siempre esta postura, pero sucede, reconocen desde el partido, que "no calcula el momento". Al igual que le ocurrió con la polémica de las elecciones catalanas de finales de 2017, cuando propuso indultos para los presos soberanistas, el primer secretario del PSC carece del don de la oportunidad al permitirse reflexiones en voz alta de este tipo. Según los analistas, sus palabras le costaron buena parte de los escaños al Parlament de Catalunya que le auguraban los estudios demoscópicos. Y, ahora, la oposición ha afilado sus cuchillos para que el socialismo corra la misma suerte.
Por si esto fuera poco, la coincidencia con unas declaraciones del president de la Generalitat, Quim Torra, en las que abría la puerta a apoyar una hipotética investidura del socialista, ha propiciado el caldo de cultivo perfecto para las elucubraciones. Hasta el mismo Pablo Casado habló de que las revelaciones de Iceta eran el verdadero programa oculto del PSOE, no el documento de 110 puntos presentado esta semana. Rivera, más comedido, las ha calificado de "inmorales".
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El PSC se anexiona Societat Civil Catalana para recuperar voto de Ciudadanos el 28AEn el partido tampoco ha gustado que su líder en Cataluña dijera que si el 65% de los catalanes quisiera la independencia, "la democracia deberá encontrar un mecanismo para encauzar eso". Asumen que sus palabras tendrán un coste electoral, más con el filón que ha encontrado la oposición, pero la reprimenda ha sido tibia, lo que aún ha dado más alas a la fábula de una conspiración con el independentismo. Eso sí, habrá cierto 'castigo', según fuentes internas y rebajarán su exposición a los medios "hasta que haya algo más gordo" y se olvide; no obstante, asumen que es imposible apartar al dirigente socialista completamente de los micrófonos.
La falta de contundencia a la hora de enmendar las palabras de Iceta no obedece a que haya connivencia, explican. Simplemente es que no sorprenden porque "es lo que piensa". "Es una persona que va más allá del momento actual", explican y lleva el debate al terreno al que se debería trasladar "en un país serio", si se dieran las condiciones que expone. Pero recuerdan que "el independentismo no tiene la mayoría de la que habla" y "la capacidad Constitucional para abordar un referéndum es limitada".
"Siempre he sido un adelantado a mis tiempos", se justificó Iceta poco tiempo después de proponer indultar a los políticos que están siendo juzgados en el Tribunal Supremo. La misma disculpa podría valerle ahora, lo que no está tan claro es si el partido le excusará cuando las urnas se cobren su precio y todo se decida en función de unos pocos escaños.