Jeremy Cook, un joven de 18 años, fue asesinado mientras seguía el rastro de su teléfono a través de una aplicación de posicionamiento, que había perdido en un traslado en taxi. Al activar la función para localizar el lugar dónde se encontraba el móvil se encontró con tres personas, quienes tras un forcejeo en un coche le dispararon provocando la muerte del joven.
La web de la Cadena Ser recoge en un artículo que según la Policía, esa misma noche y ya de madrugada, el adolescente se desplazó, acompañado por un miembro de su familia, hasta el punto exacto que marcaba el lugar de su móvil. Una vez allí se topó con tres individuos montados en un coche a los que les exigió que les devolviera su teléfono móvil.
"Nadie habría predicho o incluso pensado que la pérdida de un teléfono habría resultado en la pérdida de una vida"
Los presuntos asesinos arrancaron su coche e iniciaron la huida. Cook se aferró a la ventanilla del conductor cuando el vehículo emprendió su marcha, momento en el que uno de los pasajeros le asestó varios disparos que acabaron con la vida del joven.
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"Nadie habría predicho o incluso pensado que la pérdida de un teléfono habría resultado en la pérdida de una vida", afirmó Ken Steeves, jefe de policía de la ciudad de Londres, Ontario. "Ciertamente es un caso extremo".
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