Un convoy ruso ha cruzado la frontera con Ucrania este viernes, aparentemente sin el consentimiento de Kiev. Según Moscú, los camiones llevaban ayuda humanitaria, aunque no estaban escoltados por la Cruz Roja, como suele ser habitual.
Según informa The New York Times, el ministro ruso de Exteriores ha señalado este viernes que ha autorizado al convoy, formado por unos 270 camiones, a cruzar a Lugansk porque están hartos del estancamiento con el Gobierno de Kiev. El presidente Vladimir Putin ha sido informado de este movimiento.
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Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha aclarado que no acompañaba a los camiones rusos por la “volátil situación de seguridad” en las regiones rebeldes de Ucrania. La Cruz Roja había acordado vigilar la entrega de ayuda y había tomado parte en las negociaciones entre los gobiernos de Rusia y Ucrania.