El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este martes que considera posponer la fecha límite del 1 de marzo, momento a partir del cual aumentarían los aranceles sobre productos chinos desde el 10% actual hasta el 25%.
Trump suavizó su postura en la guerra comercial con China y dijo que está dispuesto a dejar pasar la fecha límite, pero que "preferiría no hacerlo". También dijo que Pekín "tiene muchas ganas de llegar a un acuerdo" y tiene "un gran equipo" en China tratando de llegar a una solución.
Cuando se le preguntó si se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping, a finales de marzo, Trump dijo: "No en este momento".
La fecha límite del 1 de marzo es crucial en las negociaciones ya que los aranceles estadounidenses sobre los productos chinos aumentarán si no se llega a un acuerdo antes de esa fecha. El secretario de Hacienda, Steven Mnuchin, junto con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, están en Pekín esta semana para otra ronda de conversaciones con el viceprimer ministro, Liu He. El pacto comercial parece aún lejano ya que las dos partes ni siquiera han redactado un acuerdo en el que se especifiquen las cuestiones en las que están de acuerdo y en las que no lo están.
El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo la pasada semana que hay una "distancia considerable que recorrer" antes de que China y Estados Unidos lleguen a un acuerdo. Kudlow también indicó, sin embargo, que Trump es "optimista con respecto a un posible acuerdo comercial".
Mnuchin, por su parte, dijo la semana pasada que las conversaciones han sido "muy productivas", aunque señaló que queda por resolver una "amplia gama de cuestiones".