El Tribunal de Cuentas ha concluido que las medidas para combatir el desempleo de larga duración en la Unión Europea no están suficientemente orientadas. El último informe del organismo recoge que el Fondo Social Europeo (FSE) no siempre ha estado enfocado directamente a este tipo de paro.
"El desempleo de larga duración afecta a nuestro tejido social. La población desempleada corre un mayor riesgo de pobreza, exclusión social e incluso problemas de salud", señala Lazaros S. Lazarou, miembro del tribunal y responsable del informe. "Hasta la fecha, muchos demandantes de empleo de larga duración se han beneficiado de las medidas financiadas por la UE, si bien estas no se habían concebido específicamente para ellos", añade.
Asimismo, cree que la pandemia puede "exacerbar" el problema, por lo que convendría aplicar un enfoque individualizado para todos los que estén en esa situación en el marco de las políticas activas del mercado de trabajo a nivel nacional.
El FSE es el principal instrumento financiero de la UE para el apoyo de medidas que fomenten el empleo, una competencia directa de cada Estado miembro. Entre 2014 y 2020, se asignaron alrededor de 11.400 millones de euros para el "acceso" al trabajo. Muchos de los parados de larga duración se vieron beneficiados por algunos de estos programas, dado que estaban incluidos como personal desfavorecido o formaban parte del conjunto de los desempleados.
Por lo tanto, estos fondos no reflejan la magnitud del problema, según el Tribunal de Cuentas. También creen que, pese a que algunos servicios públicos de empleo aplicaban el enfoque individualizado para los parados de larga duración en el marco de sus políticas activas del mercado de trabajo a nivel nacional, no existía un vínculo claro entre el apoyo del FSE en materia de acceso al empleo y las acciones que abordaban las necesidades específicas de este grupo poblacional.
Asimismo, no han podido hacer un seguimiento de los logros de estos programas de reactivación, debido a las deficiencias en el marco de seguimiento y evaluación del fondo.
El nuevo FSE+ para el periodo 2021-2027 introduce una serie de avances en esta línea, aunque el Tribunal de Cuentas solicita a la Comisión que insista en que los Estados miembros deben aplicar un enfoque dirigido específicamente a los desempleados de larga duración y a sus necesidades cuando el problema sea especialmente grave, ya que existen disparidades a nivel nacional y regional.
