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Isabel Celáa, ministra de Educación y Formación Profesional

Gobierno y CCAA han acordado este jueves, en la reunión que han mantenido aprobar las medidas necesarias para garantizar la seguridad en la vuelta al cole, que todos los alumnos mayores de seis años tendrán que llevar puesta la mascarilla en clase en todo momento y aunque se pueda mantener la distancia de seguridad.

Lo tendrán que hacer aunque formen parte de uno de los llamados grupos de convivencia estables o burbuja, cuyos integrantes no pueden mezclarse con miembros de otras clases. Esa es una de las 29 medidas que se han adoptado de forma conjunta en la Conferencia Sectorial de Educación, ha confirmado la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celáa, en rueda de prensa tras esta cita.

Según la titular de Educación, ha habido un "acuerdo total con las comunidades" sobre las medidas a adoptar, y ha aprovechado para pedir "tranquilidad" a las familias porque "va a haber un entorno escolar muy seguro". "Se han adoptado 29 medidas y 5 recomendaciones", entre ellas que la actividad lectiva sea "presencial para todos los niveles y etapas, priorizándola para el alumnado de menor edad, al menos hasta 2º ESO", o que "los centros se mantendrán abiertos durante todo el curso asegurando los servicios de comedor y el apoyo lectivo a menores dependientes o en situaciones especiales, atendiendo a la situación de la pandemia".

También, ha dicho Celáa, habrá una "persona responsable" en los centros educativos para aspectos relacionados con el Covid-19, que deberá estar "familiarizada con todos los documentos relacionados con la pandemia". Asimismo, se ha acordado que haya una "higiene de manos regular", especialmente a la entrada y salida del centro, y que haya lavado de manos al menos cinco veces al día.

La ministra ha explicado, asimismo, que el alumnado recibirá clases de "educación para la salud", y que esta información también se hará llegar a las familias, y ha señalado que todas estas medidas han sido posibles gracias al trabajo que su departamento, y el del ministro de Sanidad, Salvador Illa, han llevado a cabo en las diferentes conferencias sectoriales con las CCAA. Ha defendido así la labor del Ejecutivo tras las críticas que ha recibido por la falta de coordinación en la vuelta al cole.

"NO LO CONCIBO"

Por su parte, Illa ha detallado otras de las medidas acordadas. El ministro ha insistido en la necesidad de mantener la distancia interpersonal de 1,5 metros en las aulas, en el transporte escolar y en el comedor, porque "sigue siendo importante", y de que haya en las clases una "ventilación muy frecuente, si es posible mantenerla de forma constante (ventanas abiertas), y al menos al inicio y final de la jornada, en el recreo, y si es posible durante 10-15 minutos entre clases".

El responsable de Sanidad ha hablado también de la obligación de la toma de temperatura, ya sea en el domicilio, por parte de los padres, o en el centro escolar. "Cada CCAA lo organizará como crea conveniente". En este sentido, Celáa ha explicado que esta medida guarda relación con la decisión de pedir a los padres la firma de un documento de responsabilidad o de información fehaciente. Es decir, se quiere garantizar que los padres son conscientes de las condiciones en las que mandan a sus hijos a clase.

Este tema es bastante delicado, ya que hay muchos padres que se están planteando si llevar o no a sus hijos a clase ante los numerosos rebrotes. Illa, al ser preguntado si habrá sanciones si las familias llegan a ese punto, ha sido tajante: "Es cada CCAA la que debe decidir al respecto, pero no lo concibo. No concibo que estando como estamos los padres lleven a un niño a clase poniendo en riesgo la salud de su hijo, de los demás niños, y de los profesores. De todo hay, pero no lo concibo", ha insistido. El ministro ha pedido seriedad con este asunto. "¿A quién se le ocurre llevar a un niño al centro educativo sabiendo que no cumple las condiciones? Si hay que sancionar esto, en fin…", ha dicho.

Además, Illa ha querido dejar claro que el cierre de colegios e institutos será siempre la última medida. "Se establece que hay un brote con 3 casos en un centro educativo", y cuando hay un caso confirmado en grupos de convivencia estable, "tiene que cuarentenarse", mientras que si ocurre en un aula normal, solo habrá que vigilar y poner en cuarentena a los contactos estrechos. No obstante, esto es algo que las regiones han pedido revisar.

"La suspensión de la actividad lectiva compete a las comunidades", pero hay consenso en que "esta medida sería el ultimísimo recurso", ha señalado el titular de Sanidad. "El acuerdo es reiniciar las clases de forma presencial, pero si hay medidas de este tipo que afecten a CCAA colindantes, buscaremos medidas de coordinación", ha dicho. Y es que "no hay blanco o negro con el cierre de aulas".

A juicio de Illa, habrá que analizar cada caso antes de tomar decisiones. "Se puede suspender o cerrar un aula, una línea educativa, un ciclo, siempre dejando el caso más extremo, el cierre del centro, cuando se constate que hay una transmisión no controlada y generalizada. Entonces, de forma temporal, se procederá al cierre de los colegios", ha concluido.

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