- El PSOE busca revalidar su posición de segunda fuerza más votada
Las elecciones municipales y autonómicas que se celebran en 13 comunidades y en las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y en más de 8.000 municipios en todo el territorio español llegan con una intensidad inusitada. Los españoles afrontan la cita electoral a sabiendas de que se enfrentan a un momento decisivo que conlleva unos aires de cambio similares a los de las primeras elecciones municipales en democracia de 1979.
Mucho hay en juego este 24 de mayo. Para el Partido Popular, pueden significar la pérdida del poder territorial que ha ostentado durante los últimos cuatro años, además, tanto para esta fuerza como para el PSOE pueden marcar el fin de la era del bipartidismo. Los más de 35 millones de electores también decidirán cómo responden ante los partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, que las encuestas les atribuyen una media de más del 10% del electorado, un porcentaje mucho mayor del que normalmente obtienen los partidos minoritarios.
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Para IU y UPyD estos comicios representan su hora más dura ya que, según el resultado, se vería cuestionada su mera existencia. Todos estos factores hacen pensar en estas elecciones como una primera vuelta de las elecciones generales que podrían llegar hacia finales de año. El PP podrá ver el alcance real de su pérdida de poder y, tal y como señala El Mundo, su objetivo es volver a ganar en porcentaje de electores y quedarse todo lo cerca que les sea posible del 37% obtenido en 2011.
ANÁLISIS POR COMUNIDADES
Para el partido de Mariano Rajoy es crucial mantener Madrid y obtener un buen resultado en la capital, ya que se medirá, tal y como comenta El País, como termómetro de la victoria o el fracaso popular. Valencia y Castilla-La Mancha son las otras dos fortalezas populares a preservar.
Podemos se plantea seriamente un pacto con el PSOE para desbancar a los populares en Valencia
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En la primera, el rotativo del grupo Prisa apunta a que Podemos se plantea seriamente un pacto con el PSOE para desbancar a los populares. En el segundo caso, un revés electoral para María Dolores de Cospedal, la secretaria general del partido, también se contemplaría como un síntoma de la debilidad del partido y del alcance que ha tenido el escándalo del caso Gürtel en la pérdida de confianza de sus electores. Castilla-La Mancha tiene este valor político añadido.
El PSOE, por su parte, se juega el salir como la segunda fuerza más votada y no ver cómo Podemos le da el “sorpasso”. En cuanto a territorios a defender, recuerda El País que se juegan perder también su escaso poder autonómico en Asturias, la única comunidad donde gobernaban hasta ahora.
Además, el partido se enfrenta a la debacle absoluta en Cataluña, donde estos comicios se consideran una primera vuelta de las elecciones autonómicas con carácter plebiscitario para la independencia de la región que se celebrarán el 27 de septiembre. El PSC se enfrenta a quedar como residual en la mayoría de municipios, a excepción de algún bastión en el Área Metropolitana de Barcelona, como Santa Coloma de Gramenet, que la número dos del parido en la región, Núria Parlon, podría revalidar y hasta con mayor representación que hace cuatro años. En la comunidad, se mide el poder de CiU y de su rival en los anhelos soberanistas, ERC. Y el mismo ímpetu del soberanismo se verá puesto a prueba.
La principal amenaza de la formación que lidera Pablo Sánchez es Podemos. En la mayoría de comunidades se perfilan como decisivos y en algunas, como Aragón, hasta podrían tener una representación institucional que les llevara a la presidencia. Pablo Echenique es el barón territorial más notable del partido de Pablo Iglesias.
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LOS INDECISOS Y EL VOTO JOVEN
Así las cosas, dos factores estratégicos van a decantar la balanza de los resultados. Son unas elecciones que se celebran con un porcentaje de indecisos de más del 30% del electorado, según el barómetro del CIS. Este factor puede acabar de decantar la balanza hacia un lado u otro y dificulta enormemente hacer previsiones exactas.
La movilización del electorado joven también será vital para decantar la balanza hacia un lado u otro. Explica El Mundo que, desde 2011, son más de un millón y medio los nuevos votantes que se han incorporado al censo electoral. Son electores que, según las encuestas, se inclinan en su mayoría por Podemos y Ciudadanos, algo que tendrá un impacto notable.
Lo que es casi seguro es que estas elecciones marcarán el fin de las mayorías absolutas y hasta el día después de las elecciones es imposible imaginar que tipo de gobiernos van a nacer porque, según explica a Bolsamanía el politólogo Roger Barres: “Las posibilidades de pactos son muy variadas: coaliciones de izquierda, gobiernos de minoría con apoyos puntuales…”.
“Lo que queda claro -advierte este experto- es que en éste contexto se debe recuperar el concepto originario de la política: la negociación y el pacto, y dejar de lado el enfrentamiento y la lucha partidista que han caracterizado la política en nuestro país”.
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