- Podemos y Ciudadanos se verían afectados por la configuración de la actual ley electoral
Un periódico económico ha calculado la extrapolación de los resultados en las elecciones municipales del pasado domingo a unas hipotéticas elecciones generales. Como es conocido, los dos grandes partidos, PP y PSOE, consiguieron conjuntamente el 52% de los votos, pese a lo cual su protagonismo es desproporcionadamente alta en la simulación.
La simulación efectuada por el referido periódico incluye en Podemos los votos recibidos por las agrupaciones en que está dicha formación, como ‘Barcelona en Comú’ y ‘Madrid ahora’.
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Los cálculos con aquellos datos arrojan el siguiente resultado: el PP obtendría 135 escaños frente a los 186 actuales. El PSOE se quedaría con 116 representantes, seis más que en la actualidad. Podemos sería la tercera fuerza política con 16 escaños, seguida de Convergència i Unió, con 15. Ciudadanos se quedaría con 10 diputados. Izquierda Unida conservaría los 11 actuales. ERC tendría 10; PNV, 8; Amaiur/Bildu, 6; Compromis, 6; Coalición Canaria, 2; UPN, 2; PAR, 2; Partido Andalucista, 2; CUP, 2; y otras cuatro formaciones, uno cada una. UPyD quedaría fuera del parlamento.
Si Podemos se hubiera presentado en todos los ayuntamientos, hubiese recolectado más sufragios
Evidentemente, si Podemos se hubiera presentado en todos los ayuntamientos, hubiese recolectado más sufragios, por lo que los demás partidos hubieran obtenido en realidad menos escaños de los apuntados
Los estragos producidos por la ley d’Hondt, en combinación con lo reducido de las circunscripciones, son espectaculares, y explican que tanto Podemos como Ciudadanos exijan cambios en la legislación electoral, cuya significación política es fácil de entender. En el futuro, será inevitable que el cuerpo electoral español decida si prefiere primar la estabilidad parlamentaria de los gobiernos como hasta ahora o mejorar el sistema representativo para que sea real el criterio de un hombre, un voto.
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En cualquier caso, lo más notorio es la gran dificultad que tendría el PP, ganador de las elecciones, para gobernar con menos de 135 escaños que le hubiese otorgado el escuálido 27% conseguido. Y se hace evidente que Rajoy no ha entendido dónde está ni en qué coyuntura se encuentra. Mantener a estas alturas que el discurso económico remediará esta situación y le dará dentro de poco el maná de un apoyo mucho mayor es puro voluntarismo, que puede dejar este país con una fragmentación inmanejable.
Algo hay que hacer, y cuanto antes. Cualquier cosa menos sentarse esperar que escampe la tormenta.
Antonio Papell
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