El ultraliberal Javier Milei ha ganado las elecciones de Argentina en un giro de los acontecimientos, después de perder en la primera vuelta contra el peronista Sergio Massa. Las encuestas y los resultados del pasado mes de octubre han estado siempre muy ajustados, aunque el margen del triunfo final de Milei (se ha impuesto con casi el 56% de apoyos frente a algo más del 44% para Massa) ha estado muy por encima de lo previsto.
La bolsa argentina está hoy cerrada, así que habrá que esperar hasta mañana para conocer su reacción a este resultado, mientras que el peso argentino -que podría tener los días contados bajo el mandato de Milei, que apuesta por la dolarización de la economía- ha caído todavía más tras el triunfo del ultraliberal.
Milei aboga por cambiar radicalmente la política del país. Además de la dolarización, quiere recortar drásticamente el gasto público, acabar con la "casta política", cerrar multitud de ministerios y también cerrar el Banco Central de la República Argentina. Planea impulsar su agenda de reformas de inmediato, pero la cuestión es que la gobernabilidad del país no va a ser fácil, ya que carece de apoyo en el Congreso.
"La gobernabilidad será su desafío principal. (...) Por lo tanto, esperamos que (Milei) tenga que moderar su retórica", afirma Eirini Tsekeridou, economista de Julius Baer.
En su discurso tras el triunfo, Milei reiteró su compromiso con una sólida agenda de reformas, centrada principalmente en recortes de gastos materiales, para evitar una crisis económica 'terminal', aunque no mencionó la dolarización de la economía ni la eliminación del banco central. También planea detener las relaciones con China y Brasil, los principales socios comerciales de Argentina. No proporcionó información sobre quiénes formarán parte de su gabinete.
"La política internacional de Milei se puede resumir simplemente como pro-estadounidense y anti-china, ya que no negocia con comunistas"
"La política internacional de Milei se puede resumir simplemente como pro-estadounidense y anti-china, ya que no negocia con comunistas. 'Mis aliados son Estados Unidos e Israel', ha dicho", destaca Neil Wilson, director de análisis de Markets.com. Milei ha sonado un poco más conciliador últimamente en un intento por ganarse a los centristas, pero su planteamiento pasa por un fuerte rechazo a los peronistas. La reforma económica es clave, ya que la inflación se encuentra en un 140% y el peso es motivo de burla. "Sé cómo exterminar el cáncer de la inflación", afirmó este domingo.
Los mercados esperan con ansia información sobre quiénes formarán parte de su gabinete, especialmente en lo que respecta al Ministerio de Economía. "Esperamos que la volatilidad persista en los activos argentinos hasta que se conozca el cronograma de la agenda de reformas y los nombres clave del gabinete", añade Tsekeridou.
LA DORALIZACIÓN NO SERÁ FÁCIL
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha felicitado a Milei a través de las redes sociales. "¡Todo el mundo estaba mirando! Estoy muy orgulloso de ti. Darás un giro a tu país y realmente harás grande a Argentina nuevamente", ha escrito.
Milei ha prometido "poner fin al fraude del peso, que se derrite como cubitos de hielo en el Sahara", mediante un proceso de dolarización. "La dolarización no es una varita mágica, pero podría ayudar a reducir la inflación y estabilizar la economía", afirma Wilson.
"El pueblo argentino está a punto de convertirse en un experimento económico. Esperemos que Milei tenga éxito"
Las experiencias de Panamá, Ecuador y El Salvador sugieren que "la dolarización completa puede ayudar a los países a lograr una inflación más baja, estabilidad económica y crecimiento", según un informe de la Reserva Federal (Fed) de hace un tiempo. "La dolarización completa aumenta la credibilidad de la política y fomenta la inversión extranjera. Promueve la disciplina fiscal, un sistema financiero competitivo e integración económica con los mercados internacionales. Sin embargo, los países que implementan la dolarización completa deben establecer programas estructurales y reformas institucionales para garantizar que la estabilidad a corto plazo se convierta en un crecimiento económico a largo plazo".
Ya se ha intentado una especie de dolarización suave en Argentina antes y terminó en un fracaso total, con devaluaciones recurrentes del peso desde entonces. "La idea de que las cosas son diferentes esta vez prevalece. El objetivo esta vez no es solo anclar el peso como lo hicieron con la junta de convertibilidad, sino abandonarlo por completo, vinculando la economía a los Estados Unidos, la Reserva Federal y los choques externos en los precios, pero supuestamente poniendo fin a las devaluaciones, la indisciplina fiscal y el financiamiento monetario de la deuda", explica Neil Wilson.
Se necesitaría un préstamo considerable (quizás de 20.000 millones de dólares). "El banco central está en números rojos y necesitaría dólares para reemplazar al peso. Esto podría ser complicado dada la calificación crediticia de Argentina y su propensión a no cumplir con la deuda. Y, si Milei tiene éxito con el dólar, no habrá marcha atrás", añade Wilson.
El responsable de análisis de Markets.com concluye avisando de que la dolarización puede ser positiva, pero no será un camino fácil y hay mucho por hacer en Argentina que requerirá más que retórica simple. Sin embargo, añade que "la sensación de que Argentina no es una calle de sentido único hacia la izquierda será positiva para las acciones y bonos argentinos".
"Los votantes han demostrado, después de 20 años, que están dispuestos a probar algo diferente con la esperanza de obtener un resultado diferente, aunque el futuro sigue siendo incierto e impredecible. El pueblo argentino está a punto de convertirse en un experimento económico. Esperemos que Milei tenga éxito en lograr su objetivo de devolver a Argentina 'al lugar en el mundo que nunca debería haber perdido'".