- Los rumores apuntan a que el proceso de investidura ha distanciado a Rajoy de Felipe VI
La relación entre Mariano Rajoy el Rey parece haberse enfriado. El monarca y el presidente del Gobierno suelen mantener una reunión semanal que no se había interrumpido ni siguiera con el Ejecutivo en funciones. Sin embargo, la tónica habitual parece haberse roto, ya que Rajoy y Felipe VI apenas han despachado desde las elecciones del pasado 20 de diciembre. ¿Se han distanciado?
Ni Moncloa ni la Casa del Rey han querido confirmar cuándo fue el último despacho que ambos mantuvieron en La Zarzuela
Según explica El País, ni Moncloa ni la Casa del Rey han querido confirmar cuándo fue el último despacho que ambos mantuvieron en La Zarzuela, pese a que otras veces han difundido incluso fotografías del mismo. La Casa del Rey insiste en que el jefe del Estado y el del Ejecutivo mantienen "contacto telefónico".
El propio Rajoy dijo el martes, tras los atentados de Bruselas, que aunque no había hablado con el monarca "está perfectamente informado" de todo lo que ocurre. Zarzuela, al ser preguntada al respecto, informó más tarde de que habían hablado, pero no especificó cuándo, algo muy distinto de lo que pasó tras los atentados de París, cuando la Casa Real informó de la conversación entre Rajoy y Felipe VI muy poco después de los ataques.
Las horas de diferencia que pasaron entre ambos atentados y el momento en el que hablaron el líder del PP y el monaraca evidencian cómo es ahora la relación entre el Gobierno y la Corona, más distante desde que Rajoy está en funciones.
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EL CONTACTO PUEDE SER 'TELEFÓNICO'
Desde la Casa del Rey insisten en quitar hierro a esta situación, asegurando que el contacto que mantengan Rajoy y el Rey puede ser "telefónico"
Desde la Casa del Rey insisten en quitar hierro a esta situación, asegurando que el contacto que mantengan Rajoy y el Rey puede ser "telefónico". No obstante, las evidencias de que la relación se ha enfriado están ahí. Los problemas empezaron a hacerse patentes después de que Felipe VI ofreciese al líder del PP presentarse a la investidura y este declinase, y se incrementaron a partir del 2 de febrero, cuando el monarca hizo el mismo ofrecimiento al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y éste aceptó.
En el PP muchos confiaban en que no propusiera a nadie y diera más tiempo a Rajoy, por lo que el movimiento del monarca no sentó demasiado bien en las filas del partido.
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