El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se dispone a reivindicar que hay espacio en Cataluña para practicar una política que se sitúe entre la dureza por la que abogan PP y Ciudadanos para combatir al independentismo y los vaivenes de los independentistas sobre su apuesta por la vía unilateral para alcanzar el objetivo de separarse de España.
De cara al Pleno de este miércoles en el Congreso de los Diputados sobre Cataluña, el jefe del Ejecutivo ha preparado un "discurso de Estado" que persigue demostrar que hay aún un hueco para poder avanzar hacia una solución, un espacio entre las posiciones maximalistas y duras como las que reclaman PP y Ciudadanos --defensores de activar de nuevo ya el artículo 155 de la Constitución-- y las posturas cambiantes del independentismo, avanzan a Europa Press fuentes del Ejecutivo.
Sánchez no va a rehuir ningún debate que planteen los representantes de los grupos, pero su intención es la de ofrecer un discurso muy institucional que no renuncie a la mano tendida al independentismo si éste rectifica sus comportamientos de los últimos días, en los que han permitido a los Comités de Defensa de la República cortar durante 15 horas la AP-7 y en los que el president Torra ha apelado al modelo esloveno para que Cataluña alcance la independencia, cuando la exrepública yugoslava se independizó tras una guerra de 10 días.
El debate tendrá lugar a unos días de que el Consejo de Ministros se reúna el próximo 21 de diciembre en Barcelona, con los CDR organizando movilizaciones y protestas contra la presencia del Gobierno español en la Ciudad Condal.
Tras la amenaza del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de que ordenará intervenir a Policía y Guardia Civil si la Generalitat no da instrucciones claras a los Mossos d'Esquadra para que garanticen la seguridad y el orden público tras su inacción ante la actuación de los CDR el fin de semana pasado en las autopistas, la Generalitat ha señalado hoy que velará por garantizar el derecho de reunión del Consejo de Ministros pero también el de las protestas que este encuentro pueda suscitar, ya que parte de la población lo considera una provocación.
