El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asumido este miércoles que se producirán nuevas rectificaciones en las decisiones que tome su Ejecutivo en los próximos meses, cuando se lleve a cabo una relajación gradual de las restricciones a los desplazamientos y la actividad económica y comercial en función de cómo vaya evolucionando la epidemia.
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El Congreso aprueba prorrogar el estado de alarma hasta el 10 de mayoEn el Pleno del Congreso que ha debatido una nueva prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo, inclusive, Sánchez ha defendido que no se interprete esos pasos atrás como "un fracaso" sino como una rectificación "en positivo" que se explicará simplemente por la conveniencia de "escalar" las restricciones en aquellos lugares donde se constante que se han relajado las medidas de manera precipitada. Una forma de operar que el líder del PP, Pablo Casado, ha pretendido ridiculizar caricaturizándola como la característica "yenka" de este Gobierno: un pasito para adelante, otro para atrás.
En cualquier caso, Sánchez ha apostado por "una gobernanza compartida" con las Comunidades Autónomas, diputaciones y ayuntamientos en la llamada "fase de desescalada" que se iniciará de manera generalizada en la segunda quincena de mayo, si bien el presidente ha abierto la puerta a que pudiese haber alguna medida de alivio para territorios determinados en el periodo comprendido entre el 26 de abril y el 9 de mayo, gracias a que la prórroga habilitará al ministro de Sanidad, Salvador Illa, para actuar en este sentido, tanto con el objetivo de aliviar las medidas como de modificarlas o restringirlas aún más.
Sánchez ha incidido no obstante en que el espíritu con el que actuará el Gobierno se resume en que es preferible pecar de prudentes que ser temerarios, si bien no tiene dudas acerca de la conveniencia de aplicar una hoja de ruta para la relajación de las medidas "asimétrica", es decir que no sea igual para toda España, con la implicación de las Comunidades Autónomas en su diseño, pero bajo la coordinación del Gobierno de España, dado que los marcadores que permitirán poner en marcha ese levantamiento progresivo de las restricciones sí han de ser los mismos para todo el país.
Como muestra de la voluntad del Gobierno de contar con las CCAA en este diseño, cuyos trabajos coordina la vicepresidenta cuarta del Ejecutivo, Teresa Ribera, Sánchez ha recordado que fue iniciativa del propio Ejecutivo pedir a los gobiernos autonómicos un contacto de sus expertos de cabecera en materia de planes para la fase de "desescalada".
Sánchez ha explicado que la relajación de las medidas de forma asimétrica tendrá que ver más con el tamaño de los municipios y sus características (no es lo mismo la vida en una gran ciudad que en un pueblo) que con el ámbito autonómico en sí mismo. "Tendremos en cuenta la diversidad territorial", ha prometido, si bien ha defendido que hasta el momento las medidas impuestas se apliquen igual en todo el territorio porque es lo que ha permitido controlar la epidemia, como demuestra que el ritmo en los contagios haya pasado de crecer un 35 por ciento al dos por ciento y siga bajando.
El presidente se ha defendido de las críticas que Casado ha dirigido contra su gestión asegurando que para la comunidad científica en todo el mundo el nuevo coronavirus y la enfermedad que causa (COVID19) es aún un "iceberg", en el sentido de que es más la parte que está sumergida que a la vista, por lo que ha instado al PP a que no saque conclusiones precipitadas de los datos sobre el efecto del coronavirus en nuestro país hasta no tener una fotografía global más completa. Pero sobre todo le ha pedido que no use el impacto de la enfermedad en España como "arma arrojadiza" contra el Gobierno.
En este sentido, ha propuesto pensar entre todos qué sistema de salud queremos "para el futuro", una vez comprobado que éste, así como el número de camas y de UCI, son elementos que inciden en los efectos de una epidemia como ésta. "En España en algunas Comunidades Autónomas más que en otras hemos estado al borde del colapso, sin señalar a nadie", ha deslizado, en alusión al impacto mayor de la epidemia en la Comunidad de Madrid.