ep el presidente del gobierno pedro sanchez comparece despues de su reunion con el primer ministro
El presidente del Gobierno, Pedro SánchezEUROPA PRESS/E. Parra. POOL - Europa Press

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cedido a las presiones de Marruecos que pedía claridad en su postura sobre el Sáhara Occidental al avalar como una "base seria y creíble" su plan de autonomía para la antigua colonia española para encontrar una solución al conflicto, lo que abre a su vez un nuevo punto de disputa con sus socios de Podemos y amenaza con enturbiar la relación con Argelia en un momento crítico por la crisis energética.

En una carta al rey Mohamed VI, cuyo contenido ha sido divulgado por Rabat y no por Moncloa, Sánchez ha trasladado que "España considera la iniciativa marroquí de autonomía, presentada en 2007, como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo".

Dicho plan, que se sometería a referéndum previo, prevé ciertas competencias en materia de economía, infraestructuras, desarrollo social y cultura, entre otros ámbitos, para la antigua colonia española mientras que se reserva ámbitos clave como defensa, relaciones exteriores o religión, que recaen de forma específica bajo control del rey Mohamed VI.

El Gobierno español ha venido defendiendo en todo momento la necesidad de una solución política mutuamente aceptable para las partes, es decir para Marruecos y el Frente Polisario, en el marco de los parámetros fijados por la ONU y en este sentido ha respaldado los esfuerzos del nuevo enviado de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, para alcanzar dicho acuerdo.

El reconocimiento ahora del plan de autonomía marroquí como una posible solución ha recibido de forma automática las críticas del Frente Polisario, cuyo delegado en España, Abdulah Arabi, ha afeado que no se les haya avisado de antemano de este giro. En su opinión, Sánchez "sucumbe ante la presión y el chantaje" de Marruecos al avalar dicho plan como "peaje" para retomar las dañadas relaciones políticas y diplomáticas entre ambos países.

POSIBLE REACCIÓN DE ARGELIA

Pero el gesto podría incomodar también a Argelia, principal respaldo del Frente Polisario y también principal suministrador de gas natural a España, en un momento delicado como el actual en el plano energético. Argel rompió relaciones diplomáticas con Rabat el pasado agosto y en noviembre procedió al cierre del Gasoducto Magreb-Europa (GME) que bombeaba gas hasta la península Ibérica a través de Marruecos.

Sánchez habló el pasado 6 de marzo con el presidente argelino, Abdelmayid Tebune, quien reiteró no solo el compromiso de su país con garantizar el suministro a España sino también la voluntad de Argelia de ayudar en lo posible, como socio fiable en materia energética que quiere ser, a los europeos, según indicaron fuentes gubernamentales.

Albares no ha querido aclarar si Argelia ha sido informada de antemano sobre el cambio de posición del Gobierno, escudándose en que "la diplomacia requiere discreción", pero sí se ha mostrado convencido no afectará al suministro de gas a España por parte de este país. "Argelia ha demostrado repetidas veces que es un socio fiable", ha sostenido, asegurando que mantiene una relación "fluida" con su homólogo argelino.

No obstante, este es el segundo 'agravio' del Gobierno a Argelia en poco más de un mes después de que a principios de febrero anunciara que había accedido a la petición de Marruecos de ayudarle a garantizar su seguridad energética mediante la regasificación en España de Gas Natural Licuado (GNL) comprado por Rabat para su posterior envío a este país mediante el gasoducto GME.

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