"Aspiro a convocar las elecciones en el año 2020" y agotar la legislatura. Así ha comenzado Pedro Sánchez su primera entrevista como presidente del Gobierno, en RTVE. Ha asegurado que su intención es que haya un "proceso de normalización" antes de convocar nuevas elecciones.
Otra de las preguntas a las que ha tenido que responder el presidente se ha referido a la dimisión de Màxim Huerta como ministro de Cultura y Deporte tras la polémica por su fraude a Hacienda. Sánchez ha asegurado que, si hubiera sabido la sanción, “probablemente no lo hubiera nombrado ministro”. "Lo que ha ocurrido los últimos seis años es que no ha habido el número de dimisiones que se exigían. La moción de censura abrió una nueva era, no me voy a separar ni un milímetro de la regeneración democrática", ha señalado.
También le han preguntado por la imputación del ministro de Agricultura, Luis Planas, investigado por robo de agua ilegal en Doñana durante su etapa al frente de la Consejería de Andalucía. Sánchez ha asegurado que conocía la situación de Planas, y ha asegurado que “ha dado ejemplo de ejemplaridad allí donde ha ido”, y ha añadido que “la fiscalía ha dicho que no tenía ninguna responsabilidad”.
CATALUÑA
Sobre Cataluña, Sánchez ha asegurado que esta semana cerrarán las fechas con las reuniones con los presidentes de las cuatro comunidades "históricas", y que se reunirá con Torra a principios del próximo mes de julio.
El presidente también se ha referido al acercamiento de los presos catalanes, y ha declarado que, "en el momento en el que el juez lo considere", sería "razonable" que instituciones penitenciarias lo aprobara.
INMIGRACIÓN
También ha anunciado que va a emprender una ronda de contactos y viajes para abordar una política migratoria común, que comenzará con la visita que hará el próximo sábado al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, en París, al que ha agradecido su apoyo con la agocida a los migrantes del Aquarius. Además, ha citado otras capitales que visitará para tratar el asunto como Berlín o Lisboa.
"El Gobierno tiene que hacer un llamamiento a la solidaridad europea", ha dicho, al tiempo que ha apostado por una cooperación reforzada con los países de origen y tránsito de los migrantes.
En todo caso, ha asegurado que los 629 migrantes rescatados por el Aquarius y acogidos en España es una cuestión diferente al de las llegadas de migrantes a las costas españolas que, según ha asegurado, no surje ahora, ya que en 2017 se duplicaron las llegadas.
"El dilema era si un país como el nuestro permanecía ajeno e indiferente a ese drama", ha dicho sobre la decisión del Aquarius. Además, ha asegurado que España va a hacer una política migratoria "sensata" y ha criticado a quienes hablan de efecto llamada.