El presidente del Gobierno y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, ha acusado el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, de "embarrar" el proceso electoral al sembrar dudas sobre el voto por correo. Además, cree que "todo esto no deja de ser una cortina de humo para que no se vean estos pactos de la vergüenza". Unos acuerdos entre PP y Vox que Sánchez ha calificado como "comida indigesta".
"Esto obedece a una campaña que tiene por objeto embarrar el debate político, crear desafección para que no vayan a votar o se desconfíe del proceso electoral", ha señalado Sánchez este jueves durante una entrevista en la Cadena Ser en referencia a las declaraciones que unas horas antes había hecho Feijóo a los carteros que "repartan todos los votos pese a sus jefes".
"España es una democracia plena, robusta, que está en los mejores ránkings sobre calidad democrática". España va a tener un proceso democrático limpio, como hemos tenido siempre", ha subrayado Sánchez.
Por ello, el presidente del Gobierno ha llamado a la movilización: "Estas elecciones no son como las que hemos tenido en el pasado". "No es una mera alternancia lo que está en juego, se plantea una opción de gobierno progresista o una opción de gobierno ultraconservadora".
A la vez, se ha mostrado optimista sobre el resultados de las elecciones generales del próximo 23 de julio. "Mi plan A, B y C es ganar las elecciones", ha dicho, asegurando que "las vamos a ganar porque hemos hecho las cosas bien pese a los errores cometidos, en circunstancias absolutamente inéditas".
Sobre el debate entre ambos celebrado el pasado lunes, Sánchez ha reconocido que "se indignó": "Cuando tienes a alguien enfrente que no para de decir mentiras, o que utiliza de manera descarnada el terrorismo para dividir y confrontar, o cuando te plantea de manera tan impúdica acuerdos con Vox, uno se indigna".
A su parecer, "el ruido impidió que se pudiera escuchar el balance que yo quería hacer y si algo quedó en evidencia fue la ausencia total de propuestas del señor Feijóo". No obstante, ha asegurado que se sintió "cómodo", pese a que encontró en Feijóo "un tono totalmente distinto del que esperaba".