- Se abre a reformar la Constitución "mediante las reglas y mecanismos" que existen para ello
- "El referéndum no se va a celebrar", insiste Rajoy
- Califica de golpe histórico a las instituciones catalanas lo vivido ayer en el Parlament
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado que recurrirá todas las resoluciones adoptadas por el Parlament de Catalunya, entre ellas el corpus legal de la consulta del 1-O aprobado por la cámara catalana. "Acabo de dar instrucciones a la Abogacía del Estado para que se registre el recurso de inconstitucionalidad de la ley del Referéndum", ha señalado Rajoy. El líder del Ejecutivo ha comunicado que también se ha acordado "el recurso contra el decreto de convocatoria del referéndum y los decretos de las normas complementarias para la celebración del mismo".
Con estas acciones pide "la nulidad" ante el Tribunal Constitucional (TC) de todos estos actos y que se decrete la suspensión de los mismos, también de la Sindicatura Electoral, el órgano homologable a la Junta Electoral que se escogió ayer a altas horas de la madrugada en la Cámara catalana. Todo ello a la espera de la sentencia.
Rajoy ha comparecido tras una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, después de haber recibido los dictámenes del Consejo de Estado, favorables a la impugnación, y de haber "escuchado a los miembros del gabinete".
Ha precisado también que pedirá al alto tribunal que notifique a todos los altos cargos de la Generalitat relacionados con la organización de la consulta y a los 947 alcaldes de Cataluña que tienen "el deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa tendente a la organización del referéndum". En este sentido, reclamará al TC que advierta al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, al Govern y a los alcaldes catalanes que no pueden seguir adelante con el referéndum.
"La actuación de los responsables de la Generalitat es antidemocrática. Tenemos que cumplir y hacer cumplir la ley", ha expresado el jefe del Estado. Asimismo, ha remarcado que el deber del Gobierno es defender "el imperio de ley". En varias ocasiones ha insistido que "el referéndum no se celebrará" porque supone quitar el derecho "de todos los españoles de decidir sobre su futuro". En la misma línea, ha añadido que la consulta "por más que se pretenda imponer de forma atropellada, chapucera e ilegal, no se va a celebrar". "No habrá referéndum de autodeterminación", ha insistido.
"La Constitución se puede modificar, pero nunca mediante la desobediencia e imposición antidemocrática e ilegal"
MODIFICACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN
Durante su comparecencia, Rajoy ha hecho un guiño hacia los partidos de la oposición que le reclaman una reforma de la Constitución. Ha reconocido que el texto no es inmutable y, de hecho, ha dejado la puerta abierta a futuros cambios al subrayar que "la Constitución se puede modificar, pero nunca mediante la desobediencia e imposición antidemocrática e ilegal".
En esta línea, ha sorprendido también en su discurso que ha reconocido legitimidad a las aspiraciones independentistas, de las que ha dicho que "tienen su cauce en nuestras leyes". Eso sí, se ha mostrado inquebrantable al añadir que "lo que no se puede hacer es pasar por encima de la democracia para conseguirlo".
MENSAJES A LOS CIUDADANOS Y AL PARLAMENT
El líder del Ejecutivo ha aprovechado su intervención para mandar un mensaje de serenidad al conjunto de la población y ha pedido a los funcionarios catalanes que estén tranquilos porque "nadie les puede hacer incumplir la ley". A la ciudadanía ha transmitido su compresión por la "preocupación ante lo que está ocurriendo". "Todos tenemos motivos para la inquietud porque jamás en nuestra historia reciente hemos visto un ataque a la convivencia como éste", ha redondeado Rajoy.
También ha tenido palabras para los diputados del Parlament a quienes ha afeado "el espectáculo" de la sesión de 16 horas donde se aprobó el referéndum, en la que reinó el caos. Ha reiterado su apoyo a los letrados de la cámara y ha pedido al Govern que "deje de poner las instituciones a su servicio". Ha calificado de golpe histórico a las instituciones catalanas lo vivido ayer en el hemiciclo. "No sigan por ese camino. No liquiden sus propias instituciones", ha advertido.
OÍDOS SORDOS
La acción en la cámara catalana este jueves ha transcurrido con normalidad hasta el filo de las 14:00 horas, cuando la portavoz del grupor parlamentario de Junts pel Sí, Marta Rovira, ha vuelto a invocar el artículo 81,3 del reglamento del Parlament para pedir la inclusión en el orden del día de la ley de Transitoriedad. El alboroto ha vuelto a reinar en las bancadas de los grupos parlamentarios después de que la presidenta del organismo, Carme Forcadell, haya decidido levantar la sesión hasta pasadas las 15:00 horas.
La mesa del Parlament admitió a trámite la norma ya de madrugada, con la única petición del PSC de que se reconsidere su admisión. A partir de aquí, todo puede derivar en un clon de la más “bochornosa” sesión parlamentaria vivida en Cataluña, haciendo referencia al calificativo de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Para empezar, se espera que los otros grupos de la oposición presenten sendas reconsideraciones de admisión de forma escalonada, al igual que lo hicieron con la ley del Referéndum, lo que provocará nuevas reuniones de la mesa y de la junta de portavoces. La dilatación de la sesión es un hecho y las dilaciones están de nuevo aseguradas.