Acaba una semana complicada tras el fracaso de Pedro Sánchez en la investidura, aunque puede que los días que están por llegar sean mucho más difíciles. El PSOE ha dado un portazo a la posible coalición con Unidas Podemos tras lo ocurrido en el Congreso, pero no descarta que pueda haber entendimiento antes de que la fecha límite para tener Gobierno o ir a nuevas elecciones. Los expertos, de hecho, creen que aún hay espacio para que la izquierda se entienda, por lo que no esperan que los comicios se materialicen.
Los analistas de Barclays, en su último informe sobre España, comentan que el "boicot" político será "temporal". Su caso base es que al final habrá Gobierno, y aunque no se han cumplido sus últimos pronósticos (auguraban que Sánchez sería investido el jueves), creen que ahora se ha abierto la puerta a dos meses de nuevas negociaciones. También ha aumentado el riesgo de que haya elecciones en noviembre, ya que como dicen "esta amenaza sigue siendo un factor creíble", pero la firma británica no espera que los partidos lleguen tan lejos.
Como dicen estos expertos, si las encuestas siguen respaldando al PSOE el resto de formaciones no se arriesgará a otra cita en las urnas. "Dado que unas nuevas elecciones probablemente costarían escaños en el Congreso a todos los partidos excepto al PSOE, creemos que hay pocos incentivos para precipitar una crisis e incitar al Rey a disolver el Parlamento. Así pues, vemos que el PSOE y Podemos lleguen a un acuerdo en las próximas semanas como el resultado más probable", señalan estos expertos.
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El Gobierno da por cerrada la vía de la coalición con PodemosAunque nada dicen del tipo de acuerdo que será. Sin embargo, la coalición con Unidas Podemos, ha sido descartada por el Gobierno. Este viernes la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, comparecía tras la reunión del Consejo de Ministros para explicar que esa vía estaba totalmente cerrada. Ya no se negociará un Ejecutivo de coalición con el equipo de Pablo Iglesias: "Ha sido rechazado por Unidas Podemos, y rechazado queda", remarcaba.
Por tanto, el PSOE apostará por otro tipo de acuerdos para intentar formar Gobierno, como el de investidura o un acuerdo de legislatura. Sin embargo, Unidas Podemos no ha descartado la vía de la coalición. Al menos parte de las confluencias. Dirigentes como Pablo Echenique o Irene Montero instaron este viernes a Pedro Sánchez a no irse de vacaciones y empezar la negociación del Ejecutivo de coalición "en serio" ya en agosto. Pero Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida (IU), no piensa lo mismo. Se ha desmarcado de esta línea y ha pedido a Iglesias y los suyos que acepten un acuerdo programático aunque no haya gobierno de coalición con el PSOE. Y todo para evitar unas nuevas elecciones.
EL REY URGE A NEGOCIAR
El Rey, por su parte, ha preferido esperar a ver si los partidos se ponen de acuerdo. Este viernes se vio con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y le comunicó que no abriría, al menos de momento, una nueva ronda de consultas con las formaciones con representación parlamentaria. Su idea es dar tiempo a la negociación para que Sánchez pueda amarrar los apoyos necesarios ante una hipotética nueva investidura.
Posteriormente el monarca recibió al presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, un encuentro que aprovechó para urgir a la negociación para evitar otras elecciones. Y si la repetición electoral no se puede evitar, dice Barclays, eso no representará un problema para la economía española. "No esperamos que tal eventualidad altere el crecimiento o el sentimiento del mercado, dada la evolución de los últimos sondeos", explican los analistas de la firma británica.
Según explican, la multitud de escenarios actuales "no plantea riesgos para el crecimiento ni para la política fiscal y, por lo tanto, debería mantener la confianza del mercado". Sobre todo porque "una resolución a corto plazo del estancamiento actual implica que Podemos seguiría siendo solo un socio de coalición junior, mientras que la postura del PSOE seguiría predominando". Además, remarca Barclays, "la incapacidad del Gobierno en funciones dirigido por el PSOE para aprobar legislación no implica ningún cambio en la política fiscal". Por eso estos analistas creen que "ni siquiera la celebración de elecciones alteraría fundamentalmente esta perspectiva, lo que sugiere una continuidad política a corto plazo". Aunque, eso sí, reconocen que "la improbable aprobación de más reformas estructurales" y "los retos a largo plazo sin resolver" siguen siendo una "fuente no despreciable de potenciales desventajas".