- Puigdemont ha criticado que se juzgue por el 9-N cuando no se actúa contra el ministro del Interior por la 'operacion Catalunya'
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, espera que haya "sentido común" y no se condene al ex presidente Artur Mas y el ex conseller y actual diputado del Partit Demòcrata Català (PDC) en el Congreso de los Diputados, Francesc Homs, por el proceso participativo del 9 de noviembre de 2014. "Estamos hablando de un asunto político y lo que reclama son respuestas políticas, no respuestas judiciales", ha destacado.
Puigdemont se ha expresado en estos términos en declaraciones a los medios de comunicación tras mantener una reunión en Valencia con el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, al ser preguntado por la declaración este lunes de Homs en el Tribunal Supremo por la consulta del 9 de noviembre.
Puigdemont: "En el Supremo es un día de vergüenza"
"Igual que aquí es un día histórico -por la "normalización" de las relaciones entre Cataluña y la Comunitat Valenciana-, en el Supremo es un día de vergüenza", ha destacado Carles Puigdemont".
Asimismo, ha contrapuesto que el expresidente de la Generalitat Artur Mas y los ex consellers Irene Rigau, Francesc Homs y Joana Ortega sean juzgados por el 9N, mientras se cumple el segundo aniversario del referéndum que Escocia celebró sobre su independencia.
También ha criticado que se juzgue por el 9N cuando no se actúa contra el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por sus conversaciones con el ya exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña Daniel de Alfonso.
El presidente catalán espera que haya "sentido común" y no se produzca una condena por el 9N, porque "estamos hablando de un asunto político y lo que reclama son respuestas políticas, no respuestas judiciales".
"Si se produce, no se condenará al conseller Homs y al presidente Mas, sino todos nos sentiremos condenados", ha manifestado. Y ha añadido: "Cuando pasa esto, cuando hay un sentimiento muy mayoritario en un país que levanta el dedo para poder votar, las consecuencias van más allá de la expresión de la queja". Asimismo, ha destacado que existe "un sentimiento muy mayoritario de un pueblo que siente el trato de desprecio a su voluntad de decidir".