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José Ramón BoschEUROPA PRESS

El PSC se ve vencedor en Cataluña en las elecciones del 28 de abril. Las encuestas dan a los socialistas una representación en el Congreso superior a la de ERC, sus más directos competidores, pero el partido liderado por Miquel Iceta no cae en la autocomplacencia y peleará cada voto en el mes que queda hasta la cita electoral. Una de las batallas que librará será la de reincorporar el electorado de centro fugado a Ciudadanos y tiene una estrategia muy clara: acoplar a Societat Civil Catalana a su discurso.

La entidad constitucionalista deja atrás la crisis de finales del año pasado por las irregularidades contables de su anterior presidente, Josep Rosiñol, y presenta su decálogo para 2019 en una asamblea de socios que celebrará este viernes. Superado el interinaje de Álex Ramos y Xavier Marín, militantes del PSC y en la órbita de la dirección del partido, SCC vuelve a colocar a su fundador, Ramon Bosch, a los mandos de la entidad con un giro conciliador en su discurso que lo aproxima a los socialistas catalanes.

"La dirección se ha configurado con personalidades más plurales y con una necesaria moderación, lejos de políticas tan marcadas como las anteriores", explican fuentes del partido a Bolsamanía. Confirman que, "efectivamente", se han aproximado a las tesis que defienden los socialistas, dada la influencia que Ramos, miembro de la corriente Federalistes d'Esquerres del PSC, mantiene en la asociación desde su puesto de vicepresidente. Una maniobra que obedece a la voluntad del partido de volver a conquistar a una masa de votantes que se han quedado sin representación y que están "preocupados por las posiciones derechizadas" de la formación de Albert Rivera y "prefieren una posición más centrada y alejada de Vox".

Para que el PSOE obtenga un buen resultado, se hace imprescindible que ocupe el centro que ha abandonado el partido naranja, que se halla en una competición con el PP y la ultraderecha de Santiago Abascal para copar el espacio de la derecha españolista, explican los expertos. Y esto pasa necesariamente por recuperar electores fugados al partido que Inés Arrimadas dirige en Cataluña. La representación que ha ganado Ciudadanos en la región durante todo el 'procés' la ha perdido el socialismo, con su tradicional cordón rojo tiñéndose de naranja, una situación que esperan revertir.

Y para ello se sirven de entidades como SCC, que ahora se convierte en abanderada del catalanismo, reconoce la nacionalidad de Cataluña y se aproxima al federalismo. No sólo eso, llama a no banalizar el artículo 155 de la Constitución y se postula como la única capaz de "trabajar por la convivencia y la concordia" en una Cataluña "muy fragmentada". Un discurso calcado al del socialismo catalán.

Fuentes de la asociación, no obstante, se defienden y subrayan su carácter independiente: "No somos más de un partido que de otro", expresan a 'Bolsamanía'. "Ni antes éramos del PP, ni hace dos años de Ciudadanos ni ahora del PSC", enfatizan. Asimismo, reafirman su voluntad de mantener una colaboración activa con las tres fuerzas constitucionalistas y reivindican "un pacto PP, Ciudadanos y PSOE" como la única forma de poner un cordón sanitario a las posiciones más radicales del independentismo, pero también a Vox, de quienes se desmarcan claramente.

EL VICEPRESIDENTE DE SCC, DEL PSC

"Vamos a nuestro aire", insisten desde la entidad y, no obstante, aclaran que serán inflexibles con las vulneraciones de la ley. Por lo tanto, no les temblará el pulso si tienen que batallar judicialmente contra los líderes independentistas que la quebranten. Recientemente, han presentado, junto a Abogados Catalanes por la Constitución, una querella contra el President de la Generalitat, Quim Torra, por desobedecer el mandato de la Junta Eletoral Central de retirar los lazos amarillos de edificios públicos.

También fijan como otra de sus prioridades trabajar para recuperar la confianza del tejido económico catalán y lograr que las empresas que cambiaron su sede durante la diáspora de finales de 2017 e inicios de 2018 vuelvan a la comunidad. Son conscientes de que "es un camino de largo recorrido" y lamentan que no haya indicios positivos que hagan pensar que se repatriarán en el corto plazo.

Y por más que desean reivindicar su independencia, a la par que su sintonía con todos los partidos constitucionalistas, reconocen que su voluntad de "recoser la sociedad catalana" imprime a su discurso un tono similar al del PSC. No en vano Ramos encabeza la junta que apoya a Bosch y que cuenta con Marín como tesorero. El fundador ha asumido la dirección de SCC de forma temporal y hasta que haya nuevas elecciones. Cierran su equipo Manuel Miró, de Advocats Catalans per la Constitució, como secretario, y las vocales Esperanza García, que es diputada del PP, y Rocío León, de UGT.

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