- Se hace para que los niños tengan consciencia cívica y cuidado por el patrimonio público
Los niños japoneses no sólo estudian en el colegio. También realizan diversas actividades de limpieza, entre ellas el saneamiento de los baños o barrer el suelo, actividades nada habituales en los centros escolares de cualquier lugar del mundo. Se trata de una práctica llamada o-soji, que según los expertos ayuda a crear consciencia cívica y cuidado por el patrimonio público.
Se trata de una práctica que llena de orgullo a los japoneses
Según recoge BBC Mundo, se trata de una práctica que llena de orgullo a los japoneses, ya que estas actividades que realizan los alumnos de primaria y secundaria, y que forma parte de su rutina escolar, ayuda a conformar su personalidad y su conciencia social desde bien pequeños.
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El profesor Toshinori Saito lo explica así: "En la escuela, un alumno no sólo estudia las materias, también aprende a cuidar lo que es público y a ser un ciudadano más consciente". "Y nadie se queja porque siempre ha sido así", ha asegurado.
Pero los estudiantes japoneses no sólo limpian, sino que también sirven la comida a sus compañeros. En las escuelas no hay cafeterías ni comedores, y los estudiantes comen en el aula, encima de su pupitre. Unos sirven a otros, actividad en la que se van turnando, y tras la comida limpian todo lo que se ha ensuciado.
Los alumnos se dividen en grupos, y cada uno es responsable de lavar lo que se ha utilizado durante la comida y de la limpieza de la clase, los pasillos, las escaleras y los baños. Lo hacen bajo un sistema rotativo coordinado por los profesores.
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TRADICIÓN Y RESPONSABILIDAD
"Yo también ayudé a cuidar la escuela, así como lo hicieron mis padres y abuelos, y nos sentimos felices de recibir la tarea porque adquirimos una responsabilidad"
En Japón existe la figura del profesional encargado de la limpieza en las escuelas, que se conoce como yomushuji, pero los profesores defienden el o-soji no sólo porque es una tradición, sino también porque ayuda a que los alumnos sean más responsables.
"Yo también ayudé a cuidar la escuela, así como lo hicieron mis padres y abuelos, y nos sentimos felices de recibir la tarea porque adquirimos una responsabilidad", ha señalado el profesor Saito. Y desde ABC Japan, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a la integración de extranjeros y japoneses, ha remarcado que la obligación también hace que los niños entiendan la importancia de limpiar lo que está sucio.
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