- El Comité Federal gestionó la creación de una comisión gestora que se haga cargo del partido
- Fue una jornada muy tensa en el interior de la sede de Ferraz, las discrepancias paralizaron en numerosas ocasiones la reunión
La jornada se las prometía tensas en el seno del Partido Socialista y así ha sido. Pedro Sánchez mantuvo el Comité Federal previsto para este sábado y, finalmente, ha sido su tumba. Los más críticos han ganado la batalla y al que fuera líder de los socialistas no le ha quedado otra que dimitir tras una sesión agónica y tortuosa.
En torno a las 09:00 de la mañana se reunían en Ferraz más de 250 militantes llamados a esta reunión decisiva en el PSOE. En la puerta, a gritos de "golpistas" y "No, es no", decenas de personas afines a Sánchez recibían al bando más crítico. Simpatizantes que se mantuvieron en las inmediaciones de la sede durante todo el día siguiendo los acontecimientos y mostrando su apoyo al que hasta ahora ha sido líder de los socialistas. La afluencia de personas fue tal que incluso obligó a la Policia Nacional a montar un cordón de seguridad para separar a los curiosos de los periodistas varios metros.
Las discrepancias entre los que defendían la postura de Sánchez y el sector más crítico paralizaron el Comité Federal en numerosas ocasiones
Las discrepancias entre los que apostaban por seguir adelante con los planes previstos, esto es la convocatoria de primarias en octubre y un Congreso Extraordinario en noviembre, y la postura de los más críticos, que no reconocían la autoridad de la Ejecutiva y, por tanto, tampoco el liderazgo de Sánchez, retrasaron el inicio varias horas y paralizaron el Comité en numerosas ocasiones.
EL COMITÉ FEDERAL LE NIEGA EL APOYO
Cerca de doce horas duró la incertidumbre, la distinta interpretación de los reglamentos y la falta de acuerdo en Ferraz. En torno a las 20:30 horas de la tarde, tras las intervenciones de varios dirigentes, un sufragio frustrado, un intento de moción de censura y, finalmente, una votación a mano alzada, el Comité Federal descartó, por 132 votos a favor y 107 en contra, la celebración de un congreso extraordinario precedido de primarias. Adiós al plan de Sánchez.
Inmediatamente después, el hasta ahora líder de los socialistas asumía su derrota y presentaba su dimisión. En su discurso explicó que su postura y sus propuestas tenían que ver con la cuestión de su liderazgo y la posición política, es decir, sobre si el PSOE intentaría formar un Gobierno alternativo o bien favorecería una investidura de Mariano Rajoy. No obstante, ha apostillado: "Sigo creyendo que debe ser la militancia quien decida esas cuestiones, tiempo hay".
Pedro Sánchez indicó que había sido para él un orgullo y un honor dirigir el PSOE durante este tiempo y deseó todo el acierto del mundo a quien le suceda. Precisamente, el Comité Federal gestionó la creación de una comisión gestora que se haga cargo del partido y lo dirija hasta el próximo congreso. Estará presidida por el presidente de Asturias, Javier Fernández y, entre los once miembros que componen este órgano figuran dos personas de confianza de la presidenta andaluza, Susana Díaz, el portavoz socialista en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez, y la diputada del PSOE de Córdoba María Jesús Serrano.