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Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania.PRESIDENCIA DE UCRANIA - Archivo

El abismo entre Estados Unidos y Europa ha quedado en evidencia en la Cumbre de Múnich, y la guerra en Ucrania parece consolidarse como el principal punto de fricción entre ambas partes. Paradójicamente, es la búsqueda de la paz lo que está generando este enfrentamiento, ya que mientras la Administración de Donald Trump avanza en las negociaciones con Rusia, la Unión Europea (UE) lucha por no quedar al margen de un posible acuerdo de alto el fuego en el que EEUU no muestra gran interés en permitirle participar.

Los líderes europeos se reunieron este lunes en París a puerta cerrada, convocados por Emmanuel Macron, para avanzar por su lado en los trabajos para lograr el fin de la guerra en Ucrania después de que Donald Trump hablara con Vladimir Putin el pasado miércoles. Esto, junto con las noticias de que funcionarios de EEUU y Rusia se han reunido este mismo martes en Arabia Saudí, y las informaciones de que Washington busca asegurar un alto el fuego antes de Semana Santa, refuerza la sensación de que EEUU quiere avanzar rápidamente en un acuerdo.

La rapidez con la que EEUU busca alcanzar un acuerdo "no garantiza que sea favorable para Ucrania y Europa"

Lo que debería ser algo positivo, un alto el fuego, presenta matices en función de cómo se alcance, tal y como explican los estrategas de Deutsche Bank, quienes puntualizan que esta por ver si un futurible acuerdo de EEUU y Rusia sobre Ucrania será favorable para la propia Ucrania y para Europa.

"Mientras EEUU busca asegurar un alto el fuego antes de Semana Santa, la sostenibilidad del pacto dependerá en gran medida de las garantías de seguridad que se ofrezcan a Kiev", afirman desde el banco alemán.

"Europa se encuentra en una posición crucial: deberá decidir si acepta las condiciones que puedan surgir de estas negociaciones o si redobla su apuesta por fortalecer su seguridad y mantener su apoyo a Ucrania", añaden.

Así pues, aunque es algo bueno que la Administración Trump esté poniendo tanto empeño en lograr un alto el fuego cuanto antes, la rapidez con la que busca alcanzar un acuerdo "no garantiza que sea favorable para Ucrania y Europa". Según Deutsche, existe un riesgo de que, cuanto más rápido se llegue a un pacto entre EEUU y Rusia, menos sostenible y beneficioso sea para la seguridad europea.

Hay además una gran incertidumbre sobre la postura real de EEUU en las negociaciones, ya que se han producido declaraciones contradictorias. El secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, afirmó que la adhesión de Ucrania a la OTAN es "irreal", aunque más tarde matizó sus declaraciones. El enviado adjunto de EEUU para Ucrania, John Coale, aseguró que la membresía en la OTAN "sigue sobre la mesa". Por su parte, el enviado especial de Trump para Ucrania, Keith Kellogg, admitió el fin de semana que aún no puede definir cómo serían las garantías de seguridad creíbles.

"Esto sugiere que la estrategia de EEUU sigue en construcción, lo que deja abiertas muchas incógnitas sobre el resultado de las conversaciones", afirman los expertos del banco alemán.

PUNTOS CLAVE A SEGUIR EN LAS NEGOCIACIONES

A medida que las conversaciones avancen, habrá varios aspectos cruciales a observar, tal y como enumera Deutsche:

1. El nivel de involucramiento de EEUU con Europa y Ucrania: hasta ahora, parece que Washington sigue una estrategia de doble vía, donde podría negociar con Moscú sin una plena coordinación con sus aliados europeos.

"La estrategia de EEUU sigue en construcción, lo que deja abiertas muchas incógnitas sobre el resultado de las conversaciones"

2. La disposición del Kremlin a ceder en puntos clave: ¿Hasta qué punto Rusia está dispuesta a hacer concesiones? Y, más importante aún, ¿ejercerá EEUU suficiente presión sobre Moscú para que haga concesiones reales?

3. Las garantías de seguridad para Ucrania: este es el mayor obstáculo para Kiev. Aunque Europa podría asumir una mayor carga, cualquier solución que excluya un compromiso formal de EEUU sería menos creíble, ya que las capacidades militares estadounidenses son irremplazables en el corto plazo.

"Si no hay garantías al estilo de la OTAN, la viabilidad de un alto el fuego dependerá de la capacidad de Ucrania para defenderse en el futuro", explica Deutsche. "Rusia podría exigir restricciones sobre la presencia de fuerzas occidentales en territorio ucraniano, lo que también afectaría la seguridad del país. Aunque EEUU tiene un gran poder de influencia sobre Ucrania, especialmente en lo que respecta al suministro de ayuda militar, Kiev no aceptará un acuerdo que no garantice su seguridad a futuro".

Por otro lado, si las negociaciones no avanzan rápidamente, EEUU podría tomar diferentes caminos. En este sentido, podría aumentar la presión sobre Rusia mediante más sanciones, como sugirió la declaración de los ministros de Relaciones Exteriores del G7 el fin de semana.

Asimismo, Deutsche dice que EEUU podría retirar el apoyo militar a Ucrania si Kiev se niega a aceptar un acuerdo con compromisos de seguridad limitados. Igualmente, podría mantener el apoyo militar, pero buscando reducir los costes para EEUU.

Estados Unidos podría hacer también que Europa financie la compra de armas estadounidenses para Ucrania, una propuesta mencionada por Trump este pasado domingo.

COMPROMISO EUROPEO E IMPACTO ECONÓMICO DEL ACUERDO

Los eventos recientes refuerzan la idea de que cualquier alto el fuego o acuerdo de paz solo será sostenible si Europa aumenta su gasto en defensa y asume una mayor parte del apoyo a Ucrania. "Sin un mayor compromiso europeo, la viabilidad de cualquier pacto negociado por EEUU y Rusia será incierta", afirma Deutsche Bank.

Un acuerdo de paz en Ucrania podría traer beneficios para el crecimiento e inflación en Europa, principalmente a través de la normalización de los precios de la energía (especialmente del gas) y una reducción de la incertidumbre. Sin embargo, Deutsche solo espera una recuperación parcial de alrededor del 1% del PIB que atribuye a la invasión de Rusia.

"A pesar de un posible alto el fuego, la geopolítica y el riesgo geoeconómico han cambiado de manera irreversible en los últimos años, por lo que una tregua en Ucrania no revertiría por completo esta tendencia", dice el banco. "Un panorama económico mejorado podría tener efectos positivos en la sostenibilidad de la deuda, pero el mayor impacto fiscal vendrá del aumento del gasto en defensa", añade.

Explica Deutsche que sustituir la financiación militar de EEUU para Ucrania tendría un coste limitado (aproximadamente 0,1% del PIB), mientras que asumir un mayor papel en el gasto de la OTAN sería mucho más costoso para Europa. "La reconstrucción de Ucrania y su futura adhesión a la UE también traerán importantes desafíos fiscales".

"En general, creemos que las implicaciones económicas de un acuerdo de paz en Ucrania serían mayormente positivas para Europa, pero su éxito dependerá de cómo de favorable sea el acuerdo para Ucrania y la UE. Para garantizar la seguridad a largo plazo, Europa deberá estar preparada para un aumento sustancial en el gasto en defensa", concluyen estos estrategas.

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